Mucha gente sigue creyendo que visitar al psicólogo es un síntoma de enfermedad mental. La realidad es que esto no es así, la ayuda psicológica puede resultar útil sea cual sea su estado mental, porque un psicólogo no es un doctor, sino que es un profesional de la mente, que tiene como misión ayudar a encauzar la vida de sus consultados y enfrentar su realidad con un mejor estado mental y de ánimo.
El fenómeno coaching que se ha desatado en los últimos años, ya sea para lograr mejores resultados académicos, laborales o deportivos, ha ayudado de algún modo a visibilizar la figura de los psicólogos y hacer llegar la idea de que quien visita a estos profesionales no es necesariamente un enfermo, sino una persona que intenta mejorar sus estándares de vida o conocerse a sí mismo.
A diferencia de lo que piensa la gente, la psicología no es solo que un profesional te escuche y analice mientras están sentado en un diván soltando pensamientos, sino que existen muchas formas de abordar todo tipo de problemas mentales. Para entender un poco más cómo funciona la psicología, a continuación os mostramos algunas de las terapias psicológicas más extendidas y practicadas.
La terapia psicoanalítica, los modelos teóricos de Freud
Esta forma de hacer psicología es de las más conocidas desde un punto de vista ajeno a la disciplina, pues su creador o su teórico fue Sigmund Freud, el padre del psicoanalismo.
La terapia psicoanalítica explica el comportamiento de los humanos basándose en los conflictos inconscientes que se originan en la niñez. Así, los pensamientos disfuncionales han de ser entendidos por esos impulsos reprimidos durante la infancia que se quedaron grabados en el inconsciente.
Mediante actos como la interpretación de los suelos, los actos fallidos, los mecanismos de defensa… los psicoanalistas intentan que los pacientes se abran y muestren su interior al completo para determinar cuáles son esos conflictos del inconsciente que no les permiten avanzar.
La terapia cognitivo – conductual, el paciente como sujeto activo
La terapia cognitivo – conductual es un tipo de método psicológico en la que se combinan técnicas propias de las terapias cognitiva y conductual. Se basa en la idea de que los pensamientos, creencias y actitudes afectan a los sentimientos, emociones y comportamientos.
Con esta terapia, el profesional dota al paciente de herramientas que le permiten afrontar sus patrones de pensamiento disfuncionales, que son analizados mediante las conocidas como conductas desadaptativas. El psicólogo o terapeuta es el responsable de averiguar cuáles son los factores responsables de estas conductas.
La segunda parte es la utilización de medio cognitivo – conductuales para la resolución de estos problemas. Es habitual la puesta en práctica de técnicas expositivas o en entrenamiento en habilidades sociales.
En en blog del experto Santiago Cid, https://www.psicologoenmadrid.co/que-es-la-psicologia-cognitivo-conductual/, puedes obtener más información sobre la psicología cognitiva conductual.
Así mismo, en la web Psicotep.com explican de manera extensa en que consiste la terapia cognitiva conductual. Así que si, tienes dudas acerca de esta terapia, lee este post acerca de estos medios de resolución de problemas.
La terapia humanista, reflexionar sobre la existencia humana
Otra forma de hacer psicología, nació a mediados del siglo XX después de las propuestas de Abraham Maslow y Carl Rogers. Con ella, los profesionales reflexionan sobre la existencia humana, cómo los seres humanos no viven una realidad en sí, sino unas vivencias que están fuertemente marcadas por la propia subjetividad.
Muy influenciada por la fenomenología y el existencialismo, en las terapias humanistas el individuo es un ser consciente, intencional, en constante desarrollo, cuyas representaciones mentales y estados subjetivos son una vía para alcanzar conocimiento sobre sí mismo.
La terapia Gestalt, una variante de la terapia humanista
Desarrollada por Fritz y Laura Perls y Paul Goodman en los años 40 es una terapia humanista que toma como punto de partida la Psicología de la Gestalt, un principio que afirma que «el todo es más que la suma de las partes».
Los terapeutas que ponen en práctica esta terapia utilizan vivencias personales de sus pacientes y su propia creatividad para mejorar la autoconciencia, la liberta y la autodirección. El paciente es visto como una experiencia global y para ello han de realizar análisis sobre el momento presente, las expresiones emocionales y corporales y los parámetros relacionados con el estado sensorial, afectivo, espiritual e intelectual de los pacientes.
La terapia sistémica, una metodología más práctica
Una más de las terapias psicológicas conocidas es la terapia sistémica. En esta forma de entender la psicología se tiene en cuenta la representación de la realidad desde un punto de vista, una perspectiva, holística, donde lo que realmente importa son las relaciones y los componentes que surgen para el paciente a través de ellas, formando un sistema, de ahí esta denominación.
Su enfoque es un poco más práctico que analítico, de ahí que el foco de atención se ponga en identificar cuáles son esos patrones disfuncionales en el comportamiento de las personas y, a partir de ahí, intentar redirigirlos, reconducirlos, más que analizarlos.
No se trata tanto de saber cuáles son las causas de estos comportamientos disfuncionales sino de alcanzar el equilibrio en la comunidad, en este caso los miembros del sistema, mediante herramientas como la hipnosis o la terapia narrativa.
Son muchas las formas de abordar la psicología, las terapias y sus muchas variaciones, si quieres adentrarte en ellas, lee más acerca de los tipos de terapias psicológicas existentes en el blog de la psicóloga Patricia Garzón.
La terapia Mindfulness
Esta forma de hacer psicología es tendencia en los últimos años. Retoma conceptos de la filosofía budista y de la Terapia de Aceptación y Compromiso. El Mindfuness pretende que los pacientes consigan la calma para regular su autocomportamiento y que esto les sirva para conocerse mejor y aceptarse tal y como son.
Mediante diferentes técnicas y herramientas, el paciente aprende a gestionar sus emociones y actitudes con atención plena, compasión, conocimiento y aceptación de uno mismo.
Estas son solo algunas de las terapias psicológicas más conocidas y más practicadas, acudir a terapia es un paso interesante para alcanzar el equilibrio emocional, y como comentamos anteriormente, no es algo exclusivo de personas débiles.