Tips para que las joyas de oro luzcan como el primer día

Joyas

Las joyas son un regalo muy recurrente, y es que invertir en un material que nunca pierde valor, como el oro, es siempre un acierto. Las mujeres acumulan a lo largo de su vida una considerable cantidad de joyas que suelen ir desde los primeros pendientes o la primera esclava hasta el anillo de compromiso, la alianza o cualquier otra joya que a lo largo de su vida ha recibido como regalo o ha adquirido como usuaria gustosa de este tipo de complementos. Las joyas de oro son siempre una apuesta segura porque no pierden su brillo a lo largo del tiempo, sin embargo, el uso cotidiano puede hacer que acumulen impurezas y suciedad y su mal almacenamiento puede hacer que se rocen entre ellas y se rallen, por eso desde Hnos. Valle Joyeros indican que “aunque el oro es un material muy resistente y duradero, a veces requiere de una limpieza profunda y de algún otro procedimiento para poder devolverle todo su esplendor y que recupere el brillo que tuvo en otra época, esto sucede principalmente con las joyas heredadas o que pasan de generación en generación”.

Sin embargo, a veces, recuperar el brillo de las joyas de oro es cuestión de una simple limpieza que cualquiera puede realizar en su casa, tan simple como se indica a continuación:

– El primer paso será coger un cuenco con agua tibia y poner en él unas gotas de lavavajillas. No es conveniente que el agua esté muy caliente ya que esto podría afectar negativamente a aquellas joyas que tengan piedras preciosas, pudiendo incluso llegar a  producirse grietas.

– A continuación se introducen las joyas en el agua y se dejan a remojo durante 15 minutos aproximadamente. Especial precaución con el tiempo deberá tenerse en el caso de que las joyas tengan perlas naturales para evitar que el pegamento se debilite.

– Transcurrido el tiempo lo recomendable es frotar con un pequeño cepillo de cerdas suaves cada pieza, intentando acceder a todos sus recovecos para eliminar la suciedad.

– Y ya para terminar, se debe aclarar cada pieza, poniendo especial cuidado en que no queden restos de jabón. Se seca con un paño suave y se deja en algún lugar que garantice su secado al aire por completo.

Desde Hnos. Valle Joyeros indican que “existen otras prácticas que garantizan una conservación de las joyas adecuada, como el guardarlas en bolsitas de tela para evitar el roce, evitar el contacto directo con productos químicos que contienen por ejemplo los perfumes y evitar el contacto con el agua del mar o piscina”.