Rocío Carrasco llevará a su tío Amador Mohedano a los tribunales tras su última incendiaria entrevista

Está harta. Cansada de ser el centro de atención. De recibir criticas constantes a cada uno de sus movimientos. De ser, por qué no escribirlo, el punch de boxeo en el que descargan sus iras. Porque a Rocío Carrasco se le ha caído el manto protector y los ataques son continuos. A cada cual más incendiario. Y, si no tenía suficiente, la revista Semana lleva a portada dos entrevistas que sirven para animar, más si cabe, la polémica sobre la situación económica de la hija de Rocío Jurado.

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Antonio David Flores explica, como padre, que luchará por los intereses de sus hijos y, advierte, que no le temblará el pulso a la hora de iniciar una batalla para conseguir que Da y Ro vivan como merecen: «Si Rocío ha puesto todo a nombre de Fidel estaríamos hablando de un alzamiento de bienes», matiza con atino. Su animadversión es entendible. No es nueva su lucha ni tampoco sorprenden sus dardos, escritos desde el corazón destrozado de ver como sus hijos buscan refugio en su madre. Y no lo encuentran.

Tras las palabras de su tío, en las que asegura que su único interés es el monetario, buscará que la justicia le ayude a parar el golpe.

Pero el que sí hace leña del árbol caído es Amador Mohedano. No se entiende que salga del nicho con la única intención de arrastrar a su sobrina por un fango en el que él también está metido, hasta el corvejón. Se pregunta el tito Amador dónde están los diez millones que recibió Rocío tras la muerte de sus padres. Insiste en que su sobrina es otra, que ya no la conoce y que lo único que le mueve es el dinero. Los sicólogos podrían aplicar aquí aquello del famoso efecto espejo con el que se pretende demostrar que, de alguna manera, volcamos en los otros nuestras propias frustraciones, nuestros errores, esas actitudes de las que no nos sentimos orgullosos. Porque, ¿dónde está todo el dinero que ganó él siendo representante de su hermana? ¿Por qué no hizo frente a las deudas con las Administraciones Públicas y llevó al descalabro económico a su propia familia?

Leyendo la entrevista no me extraña que Rocío haya tomado la decisión de poner sobre la mesa de sus abogados todas sus declaraciones para que, en virtud de lo acordado, interponga tantas acciones legales sean necesarias para proteger su derecho al honor. Se avecina un otoño de lo más ardiente.