Parece mentira, pero este 7 de febrero se cumplían ya 12 años de la prematura muerte de Érika Ortiz. La hermana pequeña de la reina Letizia decía adiós para siempre dejando un enorme vacío entre todos los que la querían, especialmente en su hija, Carla. La esposa de Felipe VI se prometió velar siempre por la felicidad de su sobrina, quien ahora se venga de la monarca de la manera más cruel y despiadada posible.
El día más negro de Letizia
> En la memoria de todos queda aquella imagen de la reina Letizia completamente desolada a las puertas del tanatorio madrileño de La Paz. «Gracias a todas las personas que se han sentido apenadas por la muerte de mi hermana pequeña», decía la entonces princesa de Asturias sin poder contener las lágrimas. Aquello fue hace justo 12 años. El 7 de febrero de 2007 la reina sufría el peor mazazo de su vida.
Érika, la menor de las Ortiz Rocasolano había sido encontrada sin vida en su domicilio de la calle Ladera de los Almendros. Un piso que, por cierto, perteneció a Letizia. Esta se lo cedió cuando se instaló en Zarzuela para que se fuera a vivir allí con su única hija, Carla. Una niña que en el momento del triste fallecimiento tan solo tenía seis años. Ajena a todos los problemas que esta pequeña le traería, Letizia prometió que velaría siempre por su bienestar; incluso quiso quedarse con su custodia.
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La vida actual de la sobrina mayor de la Reina
> Carla, nacida de la relación entre Érika Ortiz y Antonio Vigo, ha sobrepasado ya la mayoría de edad. La joven vive en Madrid con su padre, que se dedica a la docencia. Además, aunque ha crecido sin un referente materno, ha encontrado un buen apoyo en Laura, la mujer con la que rehizo su vida Antonio. También adora a su hermano pequeño, nacido de esta unión de la que se conocen escasos datos.
Las aspiraciones de Carla nada tienen que ver con las Bellas Artes. Aunque tienen una rutina anónima, la adolescente se aprovecha de ser un filón mediático. La adolescente sueña con dedicarse a la interpretación y pide oportunidades públicamente, consciente de que esas palabras llegan a importantes esferas.. Como toda las chicas de su edad, es una usuaria muy activa de redes sociales, donde ha hablado varias veces de su famosa familia. Lo que nadie esperaba es que usaría su cuentas para cargar tan fuerte contra Letizia.
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El terrible e inesperado enfado de Carla
> En este día tan significativo, Carla Vigo Ortiz ha sacado la artillería pesada. Sabe que el 7 de febrero es obligado visitar su perfil y por eso ha aprovechado este escaparate para decir todo lo que piensa. Además de dedicarle unas bonitas palabras a su madre, a la que sigue teniendo muy presente a pesar de su temprana marcha, ha cargado contra doña Letizia. La joven tiene carácter y le da igual que su tía ocupe un cargo institucional. Está dispuesta defender su verdad y no le importan las consecuencias.
«A veces pienso qué te hicieron. Yo sé que no eras tú, y que si hubiese sido por ti no hubiese cambiado nada. El hecho es que cambió y yo pienso en ti todos los días. Aunque a veces llore, pienso en ti de una forma alegre. Pienso en nuestros viajes, en nuestros momentos juntas… Fue breve, sí, pero también intenso. Nos pasaron más cosas en seis años que a alguien en toda una vida. Hoy es un día triste para mí. Te quiero», decía Carla, culpando sin piedad a Letizia y a su transformación en reina de la muerte de su madre.
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Un golpe bajo en el peor momento
> Doña Letizia está muy enfadada desde hace tiempo con su sobrina porque no le gusta que haga alusión alguna a la familia real en las redes sociales. Ni siquiera para defenderla. La Reina es muy exigente con su círculo y no soporta que la gente de su confianza la exponga y airee detalles de su vida privada. De hecho, más de una vez la ha llamado por teléfono para recordarle que tiene que acatar la ley del silencio sin importar las directrices que marque a este respecto el padre, Antonio Vigo.
Ante todo esto, Carla se está revelando, quiere hacer su vida y no verse reprimida por las normas de Letizia. No perdona que su madre se quitara la vida al no poder soportar la presión que le produjo convertirse en un personaje mediático. Un cambio radical que tuvo su epicentro en Letizia. Ella pasó de presentadora a princesa y arrastró consigo a todo su entorno, con el que sigue pecando de maniática y hermética. Pero la única hija de Érika está dispuesta a enfrentarse públicamente a su tía con tal de tener absoluta libertad.
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El momento en el que nada volvió a ser igual
> Estas duras palabras calarán, a buen seguro, muy hondo en Letizia, que de alguna manera se siente culpable. Ella lleva ya muchos años conviviendo con la enorme impotencia que le produjo no poder ni saber ayudar a su hermana pequeña. Sobre todo al conocer las razones de este fatal desenlace. Cabe recordar que Érika dejó cinco cartas explicando los motivos que le llevaban a tomar esta decisión tan radical. Con 31 años atravesaba una depresión que se agravó con la llegada de Letizia a la familia Borbón.
Este complicadísimo trance, en el que Letizia estuvo arropada por su familia política al completo, sin excepción, ha hecho que su carácter cambie mucho. Se ha vuelto mucho más maniática en temas de privacidad y hace lo imposible para que no se publiquen fotos ni datos de sus padres, su hermana Telma… Es más, saca de su vida de manera fulminante a todos aquellos que pueden aportar información alguna a los medios.
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