Oxigenación facial, el ‘must’ de los tratamientos faciales

oxigenación facial

“En ocasiones basta una simple mirada para darse cuenta de que la piel de una persona no luce como debería. Entre los factores que mayor influencia ejercen están la constante contaminación atmosférica y la mala alimentación. En los casos en los que la piel pierde su luminosidad y se muestra apagada la solución es la oxigenación facial” comenta Cristina Galmiche.

Pero, ¿qué es la oxigenación facial? ¿estamos ante el nacimiento de un nuevo tratamiento?

Nada más lejos de la realidad, la ‘oxigenación facial’ es el nombre ‘cool’ de la clásica limpieza facial, que año tras año y más allá de las tendencias más novedosas se sigue mostrando impertérrita. Y es que, lo que es bueno, permanece inalterable a lo largo de los años.

Sin embargo, y como declara Cristina Galmiche, “hacer una buena oxigenación facial no es tan sencillo como a priori pueda parecer. No hay dos personas iguales, ni dos pieles iguales, el éxito del tratamiento radica en la personalización absoluta. Ya que solo de esta manera se conseguirán los resultados deseados”.

Entonces, ¿la oxigenación facial es apta para todo tipo de pieles? La respuesta es sí, “las limpiezas faciales son el ‘must’ de los tratamientos faciales. Algo que no puede faltar en el ritual de belleza de hombres y mujeres, sea cual sea su tipo de piel y su rango de edad”.

Entre los beneficios que una buena oxigenación facial puede aportar se encuentran la eliminación de impurezas y células muertas, la mayor luminosidad de la piel y la mejora en la absorción de los productos cosméticos empleados. Además, este tratamiento está especialmente indicado para personas con tendencia acneica, tratándose en estos casos de un tratamiento que se debe prolongar a lo largo del tiempo para conseguir equilibrar la producción de glándula sebácea, causante del indeseado acné.

“Las limpiezas faciales siempre han estado entre los tratamientos más necesarios y demandados, pero en la actualidad, con la enorme contaminación atmosférica a la que estamos expuestos se han convertido en un imprescindible”.