Seguro que en más de una ocasión tus amigas te han recomendado que uses un sérum para cuidar la piel de tu rostro. Entre la gran variedad de productos cosméticos existentes hoy en día, es fácil que no hayas probado todavía este producto. Merece la pena conocer sus características y sus efectos sobre la epidermis. Así, te resultará fácil entender por qué es un indispensable de la rutina de belleza de muchas mujeres.
El serúm es en realidad un tratamiento cosmético con una concentración de principios activos superior a la media de las cremas del mismo tipo. Además, su textura es muy ligera y esto ayuda a que penetre bien en la piel.
Estas dos características hacen que un sérum tenga el doble de eficacia que una crema. Y, lo que es mejor, usando solamente una pequeña cantidad. Por lo tanto, resulta extremadamente cómodo en las rutinas de belleza diarias. De hecho, en algunos casos llega a sustituir la crema habitual. Especialmente, en el caso de los hidratantes, que son capaces de solucionar las necesidades de las pieles grasas y normales.
1¿Quién lo usa?
Hace unos años, cuando aparecieron estos productos, se consideraban los sérums como un tratamiento antiedad. Por lo tanto, se orientaba su uso hacia las mujeres maduras. Hoy en día, contamos con una amplia variedad de estos cosméticos, que cumplen con distintas funcionalidades. Esto ha hecho que se hayan convertido en un must para todas nosotras.
De hecho, puedes encontrar en el mercado este tipo de tratamiento cosmético para prácticamente cualquiera de los problemas que puedas experimentar en tu rostro; desde la tendencia al acné a la falta de luminosidad, pasando por la tradicional deshidratación. Tan solo tienes que elegirlos teniendo en cuenta sus principios activos para lograr su eficacia.