Letizia Ortiz provoca un escándalo teatral de proporciones insólitas

Que Doña Letizia sigue sin ser del agrado de todos, es un hecho. Que Don Felipe, desde su matrimonio con Doña Letizia es otro, también lo es. Que ambos afrontan el reinado más complicado no solo por la tormenta política y familiar, sino por el acceso 3.0 al que todos los ciudadanos tenemos a su vida íntima, y que además perjudica su imagen lejos de suavizarla, es un dato que no puede pasar desapercibido. 

Quizás esa, la mirada microscópica del pueblo, es la que mayor factura puede pasarles. Y es que las redes convulsionan desde que, hace unos días Letizia y Felipe acudieran, acompañados por sus hijas y un grupo de amigos, a embelesarse con el don del violinista Ara Malikian en el Teatro Lara. Hay quien ha puesto el grito en el cielo porque los monarcas pudieron gastarse cerca de 100 euros por acudir al espectáculo del libanés. Otros, en cambio, consideran un abuso que la pareja pudiera ser invitada al recital. Tal es la polémica que el propio teatro ha tenido que salir en defensa del real matrimonio confirmando que Felipe y Letizia abonaron sus entradas para disfrutar, en el patio de butacas, de un espectáculo que, por cierto, nadie debería perderse. Una respuesta que no ha convencido al respetable cibernético que desliza con carga vírica -que no viral- el debate sobre quién sufraga los gastos cotidianos de nuestros monarcas.

aramalikian
Ara Malikian es considerado uno de los violinistas más influyentes de todos los tiempos

Y es que los Reyes, siempre en el epicentro del huracán, decidieron (como cualquier otro ciudadano) acudir al teatro Lara de Madrid, acompañados de sus dos hijas y un grupo de amigos. Aunque se trataba de una salida familiar, informal y teóricamente secreta, su presencia no pasó desapercibida. El error: el responsable de la comunicación del Lara que no dudó en twitear y dar visibilidad a la actividad familiar. Un gesto que denotó orgullo por contar con la presencia de los excelentísimos en uno de los recintos más emblemáticos de la capital. 

Tras la confirmación de que los monarcas pagaron sus entradas como cualquier otro ciudadano, las críticas no se han hecho esperar y son muchos los que ponen en tela de juicio la versión oficial.

«Pagaron sus entradas y como ves en imagen estuvieron sentados en el patio de butacas como cualquier persona que acude al Lara a disfrutar, en este caso, del espectacular Ara Malikian», se apresuró a aclarar el responsable del local, intentando apaciguar a la “masa enfurecida” preocupado por la difusión que la foto de los reyes sentados como un ciudadano más podría acarrear. Sin embargo, no todo el mundo se creyó esta versión: «Claro, ¡seguro que pagaron la entrada! Menuda panda de gorrones y parásitos» o «Seguro que se las habéis regalado» eran algunas de las afirmaciones que los tuiteros vertían para intentar convertir en viral una “gripe”. Tsunami que intentaron apaciguar asegurando que: «No tenemos ningún motivo para mentir y no lo hemos hecho. Las entradas las reservaron previamente sin decir para quién eran y las pagaron sin descuento».

Lo que está claro es que hoy en día, cualquier persona con un Smartphone que se cruce con los reyes puede retratarles en su vida fuera del mundo virtual de palacio. Antes de la era del 3.0 las hermanas del rey y el propio rey hacían vida como cualquiera de nosotros. Pero lejos de miradas indiscretas. O de dedos con ínfulas periodísticas.