Desde que el 1 de noviembre de 2003, Casa Real anunciase el compromiso oficial del príncipe de Asturias con la periodista Letizia Ortiz Rocasolano, la primera institución de este país puso en marcha toda su maquinaria para que no quedase ni un fleco suelto con vistas a la primera boda de Estado que se celebraba en 100 años.
350 folios de documentación
Cuando Letizia propuso al entonces príncipe que hablase con su primo David Rocasolano, Felipe emitió un mensaje como futuro rey de España y no como futuro marido de nadie: «Las capitulaciones son innegociables. Hay que firmarlas tal y como están redactadas. No se puede cambiar ni una coma».
Y así fue. Los famosos documentos se firmaron en Palacio ante la presencia del príncipe Felipe, su secretario y miembros del equipo de la asesoría jurídica que elaboró el archivo de las capitulaciones reales: Aurelio Menéndez, fundador del célebre bufete Uría-Menéndez y antiguo preceptor de don Felipe de Borbón. Las famosas capitulaciones fueron inscritas en el Registro Civil específico que posee la Familia Real en el Ministerio de Justicia.
Firmado el pacto: ¿A qué se sacrifica Letizia en caso de separación y/o divorcio? ¿Qué gana y qué pierde?