Es evidente que el matrimonio del rey Juan Carlos y doña Sofía hace mucho tiempo que dejó de ser una relación sentimental. Dicen que mantienen las apariencias por salvar una Institución que necesita modernizarse. Sin embargo, la decisión que ha tomado la reina en las últimas horas ha hecho que todo cambie de forma drástica. Te lo contamos.
Harta de las humillaciones
> Durante los últimos tiempos han sido muchas las ocasiones en las que se han hecho públicas las humillaciones a las que la reina Sofía se ha visto sometida. Desde el día en que, según Jaime Peñafiel, descubrió a su marido con las manos en la masa, hasta cuando Juan Carlos habló acerca de su boda y destacó la noche anterior en la que se corrió una juerga con su cuñado. Sin embargo, tal vez la más terrible de las humillaciones llegó en el momento en que se hizo público que el rey mantenía una estrecha relación con la princesa Corinna. Aquella revelación fue el inicio del final de un matrimonio que ya hacía aguas. Tal vez por eso, la reina ha querido ahora dar un golpe en la mesa y pedir clemencia a su hijo.
Siguiente: la reina se planta y dice basta
La reina se planta para siempre
> Aunque siempre ha tenido un perfil secundario y ha aceptado, sin rechistar, las indicaciones de la Corona, la reina Sofía ha tomado la decisión de protegerse. Según la periodista Pilar Eyre, habría decidido comunicarse con su hijo, el rey Felipe, para que le ayude a permanecer alejada de su marido. No quiere volver a coincidir con él.
Así pues, la periodista asegura que «La reina ha solicitado de manera formal a Felipe VI que «jamás» le hagan coincidir en la agenda institucional oficial con Juan Carlos I. Solo lo hará en actos que tengan que ver únicamente con la Corona y en los que sea imposible que uno de ambos se ausente». Se trata de una decisión consensuada a la que ya ha habido respuesta.
Siguiente: la respuesta del rey Felipe
La respuesta de un hijo con corona
> Felipe VI tiene predilección por su madre. La adora. Sabe que el sufrimiento que denota su mirada es real, casi tangible. De alguna manera ha presenciado escenas que nadie, en su sano juicio, sería capaz de defender. Por eso los cronistas reales a los que hemos consultado aseguran que, en caso de haberse producido esta exigencia, Felipe habrá cedido sin dudarlo.
Y es que la periodista Pilar Eyre explicó en su día que Felipe fue testigo, por ejemplo, cuando su madre descubrió a una amante de su padre en una finca de Toledo: «Y es que tres semanas antes, Sofía había sorprendido a su marido con otra mujer. Una duquesa consorte.En una finca de caza en Toledo, donde se presentó sin avisar con sus hijos. Tocaron el claxon y como nadie respondía, Gaudencio, el conductor, dio media vuelta para regresar a Madrid cuando Felipe gritó: “¡Mira, mamá, es Moro!”, el pastor alemán del que don Juan Carlos no se separaba jamás.
Siguiente: las humillaciones más brutales del rey
Juan Carlos detesta a la Reina Sofía
> El Rey no soporta a su mujer. Ha llegado a comentar en público que no la soporta. Hace muchos años que le perdió el respeto. La quiere lo más lejos posible de él. Tal vez por ello cada vez pasa más tiempo en Galicia. Tras es la inquina que siente hacia una mujer con la que no comparte dormitorio desde hace décadas que incluso quiso boicotear su cumpleaños. La Reina Sofía cumplía 80 años. Juan Carlos no puso nada de su parte para que fuera un día feliz para su mujer.
Siguiente: el rey Juan Carlos da un manotazo a la reina y tenemos el vídeo
Los tremendos desplantes en público
> El rey Juan Carlos, cuando aún era Jefe del Estado maltrató en público en su mujer en dos ocasiones. El 18 de agosto de 2011 ambos fueron a recibir al Aeropuerto Madrid Barajas a Benedicto XVI. Don Juan Carlos tuvo un gesto feísimo con la Reina, ordenándola cambiar de posición con muy malos modos. Un incidente, aún más grave ocurrió con motivo a la ofrenda al apóstol Santiago en la Catedral de Santiago de Compostela.
Al subir las escaleras el Rey se sintió desequilibrado por el brazo de doña Sofía, quien pretendía ayudarle, y lanzó manotazos. La imagen provocó vergüenza ajena y sonrojo entre los millones de españoles que la contemplaron, aunque apenas se habló del tema. Pocos fueron los que salieron en defensa de la reina. Doña Sofía también ha sido humillada ante la propia familia de su marido. A continuación, te contamos otro hecho terrible.
Siguiente: lloros en Palacio al enterarse de la deslealtad
Sola y llorosa antes de ir al cumpleaños de su suegro y su marido con otra
> Según publicó la revista Pronto, en 1992 se publicó que Juan Carlos I estaba en Suiza sometiéndose a una cura de salud junto a su “gran amiga”, la atractiva decoradora mallorquina Marta Gayá. La Reina hizo gala de esa entrega y profesionalidad que alabó Juan Carlos ante su biógrafo, José Luis de Vilallonga. Hizo algo que muy pocas mujeres habrían hecho por un marido infiel. Fue sola al cumpleaños de su suegro, el conde de Barcelona, mientras su marido, el que debería estar allí en primera fila, se encontraba en el extranjero con otra mujer. Cuenta Pronto que Doña Sofía se arregló con esmero para disimular su llanto y su dolor. Tiempo después, en el funeral de don Juan, tras su muerte, tuvo un gesto cariñosísimo con su marido. Le demostró una ternura que no merecía, demostrando una altura humana fuera de lo común.
Siguiente: una princesa que lo destruyó todo
El remate, el affaire Corinna
> En el 2011 estalló un escándalo. La existencia de Corinna y su calidad de amiga especialísima del Rey era casi vox populi entre las altas esferas, pero no había saltado a los periódicos. La famosa cacería en Botsuana sacó todo a la luz. La identidad de la Dama del Pabellón, que era como llamaban en Zarzuela a la princesa Corinna zu Sayn Wittgenstein. La llegó a instalar en el Pardo, muy cerca de Zarzuela, en un pabellón de caza. Y dedicaba casi más tiempo al hijo de su amiga, de profesión mediadora y conseguidora, que a sus propios nietos. Así lo relataba en su libro Ana Romero, autora de El Rey ante el Espejo.