«Pepe Navarro no es el padre del hijo de Ivonne Reyes«. Con esta contundente máxima titulaba su portada La Otra Crónica de El Mundo el pasado sábado. Todo comienza cuando Andrea Navarro, hija biológica del presentador Pepe Navarro y Eva Zaldívar amparada en el escudo «de haber vivido su infancia y su adolescencia confundida sobre quién forma parte de su familia y quién no, y bajo el foco de la opinión pública y de la mirada ajena» -y nunca por una cuestión de herencia-, presenta un recurso ante el Tribunal Supremo el pasado día 1 de diciembre y solicita que se haga un análisis imparcial para verificar la filiación del hijo de Ivonne Reyes. Este recurso se solicita tras haber conseguido que un detective privado se hiciese con una muestra de ADN -concretamente un tenedor- del hijo de Ivonne Reyes y analizase su saliva y la de Andrea Navarro Zaldívar. El resultado del test es concluyente: Andrea y el hijo de Ivonne no son hermanos. Pero… ¿Por qué se negó Pepe Navarro a hacerse las pruebas de ADN?
A Ivonne Reyes se le acumulan los problemas. Tras la polémica surgida por los presuntos negocios que la venezolana mantenía con María de Mora en los que Ivonne iría supuestamente a cenar con poderosos caballeros por la nada despreciable cantidad de 12.000 euros, ahora se le suma este mazazo personal en el que según este test, Andrea Navarro y su hijo -A- no son hermanos. «La información es fiel a la realidad, lo que me sorprende es que se haya filtrado, pretendíamos mantenerla en silencio porque queríamos que sucediese en la intimidad de la familia, pero no ha sido posible”, declaraba Pepe Navarro en el programa de Isabel Gemio. “No querría estar en la piel del chico. Mi intención era esperar a que cumplieses 18 años y comunicarle entonces que yo no era su padre y que tomase las medidas pertinentes o investigase lo que quisiese, pero mi hija se ha adelantado porque ella quiere vivir en paz para que esta señora nos deje tranquilos y deje de hablar de su padre públicamente”, se desliga Navarro absolutamente. Pepe ha calificado este tiempo como «un castigo» y añade que «era un castigo extra era ver a esta señora en televisión descalificando, mintiendo e insultado permanentemente. Eso hiere a cualquiera y, sobre todo, a una hija que ama a su padre».