David Bustamante vuelve al centro de la polémica. Pese a que el silencio ha sido el escudo del cantante desde que su todavía esposa, Paula Echevarría, confirmase que «ya no hay vuelta atrás«, el de San Vicente de la Barquera no tenía más remedio que avanzar y cumplir con sus compromisos profesionales. Cotilleo’ ha podido conocer en exclusiva que David Bustamante tenía previsto conceder un concierto privado a las 21:30 horas de la noche del viernes 9 de febrero en el Hotel de Las Letras de Gran Vía (Madrid).
El concierto, tal y como nos han informado algunos de los afectados, se trataba de un evento privado, íntimo, para apenas veinte personas. Un show del que los medios de comunicación hemos sido absolutamente ignorantes debido a la exclusividad del mismo. Un acontecimiento a puerta cerrada, preparado para sus fans más incondicionales, que además, como han informado a esta revista «nos hemos desplazado desde todos los puntos de España, pagándonos trenes, hoteles, pidiéndonos días en el trabajo…» para encontrarse con el cántabro en una cita que jamás llegó. Efectivamente, escasos minutos antes de que empezase el concierto y con la reincidente excusa de la «indisposición«, la empresa organizadora ha informado a los presentes de que Bustamante no iba a actuar porque no se encontraba en plenas facultades. «Está indispuesto, vomitando, con dolor de espalda y no puede caminar», comentó la responsable organizadora ante sus estupefactas seguidoras. Sin más información hasta el momento, el concierto ha quedado anulado y sin fecha prevista para ser pospuesto.
No es la primera vez que, de un tiempo a esta parte, Bustamante tiene que cancelar uno de sus espectáculos en directo por un problema de salud. El pasado mes de septiembre, el intérprete de ‘No soy un Superman’ anulaba un concierto en Laguna de Duero (Valladolid), alegando que tras revisión médica le habían diagnosticado una fariongoamigdalitis aguda acompañada con fiebre y afectación de cuerdas vocales que le provocaba una afonía. En el comunicado que emitía la empresa organizadora informaban de que priorizaban «ofrecer su espectáculo en plenas facultades».
Un par de meses después, tras confirmar su participación y asistencia a la gala especial de Navidad de ‘Operación Triunfo’ junto a algunos de sus compañeros de la primera edición, Bustamante volvía a sorprender a propios y extraños con una negativa. Poco importó la escaleta del programa preparada o los infatigables ensayos de las dos concursantes (Miriam y Nerea) que ya tenían sus temas preparados para cantarlos con David (‘Te quiero, te quiero’ y ‘Vivo por ella’, respectivamente). A última hora alegó «indisposición», no solo para grabar la gala de Navidad sino también para hacer frente al disco físico que se estrenaría días después.
Si bien es cierto, Bustamante no está atravesando por su mejor momento personal. En declaraciones exclusivas para la revista ‘PRONTO’, alguien de su entorno comentaba que «David no se esperaba la maniobra de Paula. Habían decidido no hablar y mandar ese comunicado que ya se está preparando». Un abatido y decepcionado David que habría hecho saber a su círculo más cercano lo siguiente: «Incluso llevan más de un mes negociando con sus abogados para que el divorcio fuera de mutuo acuerdo. Prefieren, evidentemente, hacerlo así y no enfrentarse en una absurda guerra mediática, pero la actitud de Paula está empezando a ensombrecerlo todo».
El divorcio con Paula Echevarría está resultando más convulso de lo que esperaba. A eso hay que sumarle la casi confirmación de la entrañable amistad entre la actriz y el futbolista Miguel Torres, una noticia que según apuntan algunas voces no ha sentado nada bien al cantante. Un cúmulo de adversidades que colocan a David Bustamante en un momento sumamente delicado de su vida. Su único bálsamo, tal y como él mismo ha confirmado, es su hija Daniella. «Tu felicidad es la mía», escribía hace un par de días a su pequeña, tras un mes de silencio, en su cuenta de Instagram.
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