Definitivamente (y a falta de ver todavía cómo será la de Belén Esteban el próximo 22 de junio), la boda de Pilar Rubio y Sergio Ramos se ha convertido en la boda del año. Y de los años venideros, nos atrevemos a decir. Por diferentes razones, ya sea desde el número de invitados al excesivo look de la novia o al parque de atracciones (con noria gigante incluida) que plantaron los novios en la finca en la que tuvo lugar la celebración. Por no hablar de que no cualquiera puede contar en su boda con la presencia de los Beckham, que llegaban a la catedral de Sevilla aclamados con fervor.
Desde horas antes del enlace la expectación era máxima en los alrededores de la catedral de Sevilla, que adelantó el horario de cierre habitual al público por motivos de seguridad y para preservar la intimidad de los novios y los invitados. Sevilla se volcó con Sergio Ramos y la ciudad se revolucionó ante un evento social de tal magnitud que sólo se compara a la boda de la infanta Elena y Jaime de Marichalar o Eugenia Martínez de Irujjo y Fran Rivera, que también tuvo lugar en este templo gótico. Poco queda por saber de los secretos de este enlace. En cualquier caso, estos son los 15 datos imprescindibles que habrá que recordar:
> A las 15:00 horas de la tarde, el equipo de azafatas de La Puta Suegra, la empresa contratada para organizar el evento, se encargaba de poner una serie de carteles indicadores en lo que podía leerse #unicornios, convirtiendo la catedral de Sevilla en un escenario más propio de los alrededores de una discoteca de Ibiza.
> La prohibición de colores en los trajes de ellas no era capricho de los novios (no se podía ir de blanco, rojo, rosa, naranja o verde). Era un requisito para un espectáculo posterior que tenía lugar en la finca de Sergio Ramos. La mayoría lo cumplió (no así Victoria Beckham, que optaba por el blanco) y los colores predominantes en los vestidos fueron los morados y azules en todos sus tonos y variedades (espectacular el de Carla Barber, firmado por María José Suárez). Sin tener en cuenta el mundo lentejuela y brilli brilli (otro de los hits de la tarde).
> La indicación en cuanto a etiqueta para los hombres era clara y concisa: había que llevar chaqué, pero Morata fue uno de los pocos que no lo entendió y optó por un frac con pajarita. Sin duda, una de las notas discordantes de la boda.
> Hubo quien pensó que Naty Abascal no respetó la prohibición de los colores. Pero no, Naty iba de fucsia, de la cabeza a los pies, siendo de las pocas invitadas en llevar tocado. Y qué tocado.
> Los hijos de la pareja, Sergio Jr, Marcoy Alejandro, tuvieron un papel muy importante y fueron los encargados de llevar los anillos y las arras. Sin embargo, sus padres quisieron protegerles y un equipo de azafatas estaban encargadas de tratar de impedir a los medios que les fotografiasen.
> Sólo los hijos del ya matrimonio y Pilar Rubio pudieron acceder a las inmediaciones de la catedral en vehículo. El resto lo hizo a pie. En el caso de la novia, apareció montada en un espectacular Cadillac negro.
> Los más aclamados por las personas congregadas en las inmediaciones de la catedral fueron los Beckham. Más incluso que los novios. De hecho, David y Victoria tuvieron que acercase al público para saludar de cerca a un grupo de afortunados.
> En cualquier boda, todo el mundo está pendiente de la novia. Pero tratándose de Sergio Ramos (y viendo lo atrevido que es su estilo), la cosa podía prometer. Sin embargo, Sergio Ramos hizo su aparición sorprendiendo con un chaqué oscuro bastante clásico realizado por su sastre de confianza de Madrid. Lo que sí era sorprendente era su esculpido tupé. Casi cincelado en cinco pisos de altura.
> Pilar Rubio estaba rodeada en todo momento de un séquito de estilistas que le retocaban a cada instante. De hecho, a la salida del coche la rodearon para que los medios no pudieran captar su imagen hasta que no estuviera perfecta.
> Más allá del llamativo vestido de Zuhair Murad con el que Pilar Rubio se casó en la catedral de Sevilla, no pasaron desapercibidos los impresionantes pendientes, el anillo y el brazalete que llevaba la presentadora.
> Cuando Pilar Rubio dijo hace unos días en una entrevista que no sería una novia cualquiera, se refería al ramo de novia, formado por calas negras, que le daban ese punto gótico-rockero tan característico en ella.
> Sergio Ramos se limpió los labios después de aclamado primer beso público como recién casados. Pero tenía una explicación: quitarse los restos del gloss de Pilar Rubio.
> El beso protagonista, como no podía ser de otra forma, fue el de los novios. Pero, Alice Campello y Álvaro Morata les hicieron la competencia a la salida de la catedral con un beso de película.
> Otro detalle más de lo perfectamente organizado que estuvo todo fue que, una vez terminada la ceremonia, los invitados tenían que esperar dentro de la catedral e ir saliendo en grupos de más o menos veinte personas para ir montándose en los autobuses que les transportaron hasta la La Alegría, la finca de Sergio Ramos en Bollullos, a unos treinta kilómetros de Sevilla.
> Vinieron los Beckham, la gran sorpresa de la tarde, pero se echó de menos en la catedral a Piqué y Shakira,Casillas y Carbonero o Cristiano Ronaldo y Georgina Rodríguez. Y a Antonio Tejado también.