La madre de Miguel Bosé está pasando por un terrible momento. Después de estar en una situación económica delicada, tuvo que recurrir a la venta de un bien que tenía en su casa. Pero esto, para la fiscalía, constituye un delito que podría hacer que Lucía acabara con sus huesos en prisión.
Por vender un dibujo
Algo que podría parecer totalmente inocente deja de serlo cuando lo ponemos en situación. En su casa vivía con una empleada, llamada Remedios. Ella convivió con Lucía durante 50 años, y allí depositó sus enseres y pertenencias, hasta que en el año 1999 falleció.
Cuando esta pereció, todas sus pertenencias seguían en casa de Lucía. Entre las mismas se encontraba el dibujo de la polémica. Un grabado realizado por Pablo Ruiz Picasso, llamado ‘La Chumbera’, que le regaló a Remedios. Con fecha del 12 de febrero de 1963, en el mismo reza «Para Reme», dejando claro la destinataria del mismo.
Apropiación indebida
El delito del que le acusa la Fiscalía de Madrid es de haber cometido una apropiación indebida del dibujo, que no era de su propiedad. El caso es que Lucía Bosé cogió el grabado y lo subastó en la casa Christie’s de Londres en el año 2008. Por el mismo Lucía obtuvo una cantidad de 198.607 euros.
El problema llegó cuando con el dinero que obtuvo en la subasta (que se componía de un lote de 40 obras, entre las que se encontraba el dibujo) fue destinado directamente al Museo de Los Ángeles que ella fundó en Turégano (Segovia) y que a día de hoy está cerrado.
Los herederos, sin dinero
Según la herencia que tenía Remedios, todas sus pertenencias debían ir directamente a parar a sus dos sobrinas a partes iguales. Entre estas el dibujo, o el dinero que se recibiera por él. Pero como Lucía decidió saltárselo a la torera, ahora se le reclaman dos años de prisión por un delito de apropiación indebida, junto una indemnización a las afectadas en calidad de responsabilidad civil.
Todavía Lucía no se ha manifestado acerca de lo sucedido, pero todo apunta a que será condenada por este delito si no se prueba lo contrario. Por el momento, está por ver cuando el juez dé por fijada la fecha para la apertura del juicio oral a Lucía.
La reina Letizia como cualquier mujer también tiene esos caprichos inconfesables. En su caso es una fan de la marca Prada. Tiene unos zapatos que lleva una y otra vez, luciendo su estilo y sintiéndose orgullosa de su compra. Unos salones negros acompañan a Letizia y la hacen estar más cerca de su marido.
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