Una de las familias que vive con muchísima ilusión (y dinero) las Navidades es la Casa de Alba. La familia de la fallecida duquesa continúa, por todo lo alto, disfrutando de estas fechas de reunión y de celebración. Como siempre, la Casa de Alba continuará con las tradiciones que ha copado los últimos años, o casi todas, y entre ellas la de dos grandísimas ausencias.
Carlos Fitz-James, el anfitrión de la Casa de Alba
El que se ha quedado con el título de Duque de Alba, Carlos Fitz-James, va a ser el encargado de recibir a todos sus invitados esta año por Navidad. El, además, está dispuesto a seguir las tradiciones que marcaba su madre Cayetana. Por eso, repetirán el menú que elaboraban todos los años.
Pero, además, como quería la duquesa, se repetirá la imagen de toda la familia unida en torno a la mesa. Bueno, toda o casi toda, porque hay una persona que está en duda. Por lo tanto, hasta última hora, Carlos no sabrá si pedir que pongan todos los cubiertos que tienen planeados, o si sobrará uno.
Cena de gala en el Palacio de Liria
Al igual que organizaba su madre, Carlos ha querido que la cena de Nochebuena tenga lugar en el palacio más emblemático de la Casa de Alba. En plena Calle Princesa de Madrid, se encuentra el Palacio de Liria del Ducado de Alba, en pleno corazón de la capital. Sobre la mesa del comedor principal de la casa, se servirá el tradicional menú que preparan cada año.
Al gusto de la Duquesa, encontraremos un enorme buffet libre, que estará protagonizado por fiambre en todas sus versiones, marisco de todos los tipos y gustos, seguido de un muy típico roast beef, un consomé para templar la fría noche y una enorme variedad de ensaladas para acompañar a los principales.
Los invitados y la gran ausencia
Tal y como la duquesa pretendía en vida, no quería que sus hijos se separaran cuando ella muriera. Bien es cierto que la relación entre ellos ha tenido sus más y sus menos, pero todos los hermanos suelen acudir a tan señalada fecha al Palacio de Liria para ponerse al día de sus vidas.
En esta ocasión, la asistencia está confirmada en todos los hermanos, a excepeción de uno. Se trata de Jacobo, conde de Siruela, y el hermano olvidado de los Alba. Con él es con el que menos comparten el resto de la familia, siendo incluso considerado como la ‘oveja negra’ de los Alba. No obstante, después lo sucedido el pasado año entre los tres hermanos, la situación está algo tensa, y es lo que habría propiciado que no acudiera este año a la cena.
Unas navidades de cuento
En casa de los alba todo tiene que estar perfecto. Con unas decoraciones ostentosas, a la par que simples, con todo perfectamente colocado en su sitio, y unos productos de primera calidad para degustar, pasar la Nochebuena en casa de los Alba tiene que ser lo más parecido a un cuento de hadas.
Aunque, como en todos los cuentos, siempre se cuecen habas. Y en este caso, no nos referimos solo a lo sucedido con Jacobo, sino el que, de nuevo, vuelve a ser el gran olvidado por los Alba en estas fechas, y que todo apunta a que está pasando por un momento horrible: Alfonso Díez.
Alfonso Díez, de nuevo, desaparecido de la cena
En ningún momento se ha hablado de que Alfonso Díez estará dentro del Palacio de Liria en Nochebuena. Se desconocen los planes del que fuera marido de la difunta duquesa, pero lo cierto es que ha desaparecido por completo para la familia Alba. No solo no le dieron lo que le correspondía, según él mismo dijo, sino que además soporta los feos que le mandan.
No solo no le han vuelto a invitar a pasar las Navidades con ellos, sino que además se lo encontraron recientemente y, aunque aparentemente se saludaron muy efusivamente, en realidad no hay ningún tipo de relación. Algo que demuestra un gesto muy feo por parte de los Alba con la persona que hizo feliz durante sus últimos años de vida a su madre.
Las Navidades de Eugenia
Eugenia está de enhorabuena en estas Navidades. Hace muy poquito que estrenó marido, y esto le hace afrontar la época más bella del año con especial ilusión. Cierto es que la ausencia de su madre se hace notar, pero la alegría que tiene en el cuerpo este año es tal que seguro que las disfruta por todo lo alto.
De momento ya nos ha dejado ver parte de la decoración navideña de su casa, copada por un enorme árbol navideño de color rojo (cortado por la mitad para que entrara la lámpara) y que ocupa gran parte de una única estancia. Muy minimalista, eso sí, tiene luces blancas proporcionadas por las bombillas que incorpora la propia estructura. Muy original todo.
La tradición rota por los Alba
Como sucede con todo, los tiempos van cambiando, y con ello las tradiciones más arraigadas de la Casa de Alba. La familia, aunque cristiana, no es tan devota a la fe como lo era su difunta madre. Y, aunque pueda parecer increíble, han roto una tradición en pos de la modernización de la casa.
Por eso, este año no habrá misa del Gallo en la madrugada de la Nochebuena de la Casa de Alba. Una ceremonia que se organizaba dentro del propio Palacio de Liria, en la capilla que hay en su interior, y estaba oficiada por el capellán de la misma. No obstante, este tiempo lo podrán aprovechar para ponerse al día de sus vidas, ver la evolución de los negocios y, por qué no, arreglar las discrepancias.