El Rey Juan Carlos I llegó al final del reinado en su momento más bajo de salud. Ese hombre que había conquistado el corazón de su reino se despedía de él en sus horas más bajas. Muchas han sido las especulaciones sobre su estado de salud. Los Borbones no son precisamente una de las familias con mejor genética del mundo.
Juan Carlos I tiene médicos las 24 horas
Desafortunadamente, esta serie de enfermedades pueden ser heredadas por sus descendientes. Sumado a los accidentes provocados por sus juergas que terminaron de acabar con su salud. Juan Carlos es un Rey casi biónico, necesita prótesis y complementos en su día a día. Repasamos cuáles son los parches que unen el cuerpo del que fue el primer Rey conocido.
La Casa del Rey dispone de un servicio de médico las 24 horas. En cualquier momento, como si de un hospital se tratará, hay una persona de guardia esperando no tener que atender al rey. Además, de un grupo de especialistas a su disposición. La vigilancia de la salud es una prioridad para la familia Real.
Los controles son anuales y la misión de esos especialistas es conseguir disponer de la mejor salud posible para toda la familia. Cualquier síntoma o enfermedad que se manifieste es tratado de raíz. En casa de Juan Carlos I siempre estuvieron preparados para cualquier percance que se pudiera producir.
Audífonos en ambos oídos
El rey Juan Carlos I siempre fue un poco a su aire. No escuchó demasiado a su familia cuando le decía que ponía en peligro la corona. En lugar de eso siguió siempre el camino de su corazón. Con la llegada de la jubilación uno de los primeros síntomas de la edad que le afectó directamente, fue la sordera.
El Rey utiliza dos audífonos en ambos oídos. Si se los quita no puede escuchar los reproches de la es su mujer o cualquier otra crítica a su persona. Va a revisiones anualmente, a la espera de que le puedan ir modificando el volumen e informando del estado de este sentido tan importante.
Un traumatólogo es el que más visitas ha hecho
La especialidad de traumatología ha sido la que más visitas ha realizado a la casa de Juan Carlos I. La intensa vida social que la familia lleva es la que le ha ocasionado a la familia este tipo de dolencias. Juan Carlos I ha sido una persona muy activa y siempre ha disfrutando con sus deportes y hobbies por todo lo alto.
Además, Pedro Gargantilla, el autor del libro ‘Las enfermedades de los Borbones’ relata de forma minuciosa los accidentes y las posibles dolencias que pueden tener los miembros de esta casa. La mayoría de ellos se deben a esa actitud inquieta y un poco nerviosa de los miembros de la familia.
Un partido de squash que deja huella
Uno de los primeros incidentes conocidos de Juan Carlos I fue según cuentan practicando uno de los deportes que estaba de moda en los años 80. Junto a su gran amigo Manolo Santana, estaban disputando una intensa partida. Esa especie de pádel de hace unas décadas se jugaba en una pista similar.
En este sentido, Juan Carlos I lo daba todo para poder ganar, así que sufrió un duro golpe. Impactó directamente contra la puerta de cristal. Sufrió heridas en el tórax, muslo, antebrazos, nariz y ambas manos. Se podría haber hecho mucho más daño, pero la fortuna estaba de su lado. Le pudimos ver un mes con el brazo escayolado y aún conserva algunas cicatrices.
La pelvis de oro
Una de las partes del cuerpo que Juan Carlos I tiene más delicadas es la pelvis. Aunque no lo parezca tiene serios problemas de tipo urogenital. El motivo de estas molestias arranca en un terrible accidente de esquí que tuvo durante unas vacaciones en Suiza. El Rey era un deportista nato que acaba casi perdiendo su hombría.
Se rompió la pelvis en varias partes. Los servicios de traumatología de la Casa Real tuvieron que hacer grandes esfuerzos para que pudiera recuperar la movilidad. El Rey estuvo casi dos eses en cama y fue sometido a varias operaciones. La fractura fue terrible y el sistema genital se vio afectado durante unos meses.
Rodillas de hierro
Las rodillas de don Juan Carlos I también han sido corregidas por los especialistas que le atienden. Al parecer tenía algunas molestias importantes y dolores articulares. Juan Carlos siempre ha querido seguir llevando una vida activa y por eso no dudo en someterse a una operación para poder conseguirlo.
Una artroplastia que intenta acabar con este dolor fruto según dicen los especialistas de las practicas deportivas del Rey. Demasiado ejercicio tampoco es bueno. Hemos visto cómo Juan Carlos ha sufrido después las consecuencias de sus actos. Ahora apenas puedes correr como tiempo atrás hacia lejos de la Zarzuela.
Una prótesis en la cadera de Juan Carlos I
La prótesis es la cadera es la causante de que se quedará sin corona. Al parecer el Rey en su intento de ser activo estaba de caza. Una de esas aficiones muy propias de la casa Real. En compañía de su amante y de algunos amigos sufrió una terrible caída. El golpe le llevo a tener que ser intervenido de urgencia.
Asimismo, los traumatólogos de palacio que ya están preparados para cualquier cosa le atendieron en seguida. El problema es que solo pueden tratarle en España. Eso significa que tuvo que pasar unos cuantos meses en este país. Gracias a estas intervenciones hemos disfrutado de un Rey con una gran longevidad que le llevará a estar muchos años presente en la vida de todos los españoles.