Doña Sofía de Grecia siempre se ha encontrado en un lugar desmeritorio para ella. A ella siempre le ha tenido que pertenecer más.Menospreciada, vilipendiada y dejada por el resto de su familia, la Reina siempre se ha mantenido impecable en su lugar. Sin embargo, ahora es cuando está volviendo al puesto que siempre le perteneció, y del que nunca debería de haberse ido.
La vida de Sofía de Grecia: La Reina de España

Doña Sofía de Grecia siempre se ha encontrado en un lugar ilegítimo. Ella era la consorte de Juan Carlos I, Rey de España, y por lo tanto, ella era la mujer que siempre acompañaba a su marido, y que se ocupaba de todos aquellos menesteres menos apetecibles para el monarca. Sin embargo, ella nunca fue una gran protagonista de lo que sucedía en su casa. De puertas para fuera, su papel era casi menospreciado, pero, en cambio, de puertas para adentro su labor ha sido imprescindible para el país.
Ella ha sido, además de Reina, madre y esposa. En su labor como esposa tenía que soportar los incesantes rumores que corrían en torno al matrimonio. Pero siempre esbozando la mejor de las sonrisas. Y, además, su labor como madre giraba en torno a conseguir que la familia se mantuviera unida. Una labor verdaderamente complicada, teniendo en cuenta los quehaceres oscuros de algunos miembros de la misma, como Urdangarín.
Desde su (no) abdicación

El descanso o jubilación le llegó finalmente a Sofía el 19 de junio de 2014, momento en el que su hijo se convertía en el rey Felipe VI, y ella dejaba de ser consorte del Rey en el cargo. La abdicación de Juan Carlos I supuso también la suya, que pasó, finalmente, a la última fila de todos los planos. Una recompensa, sin duda alguna, para nada merecida, teniendo en cuenta su historial.
Doña Sofía de Grecia lo había dado todo por su casa, el país y la corona. Había tratado de cuidar hasta el más mínimo detalle que todo estuviera perfecto. Desde sus apariciones en público hasta sus quehaceres entre bambalinas. Ella había luchado porque el país siguiera unido en torno a una monarquía que sintieran que les representaba. Y, a cambio, se le había pagado con la indiferencia.
Sofía de Grecia y las infidelidades

Un tema que le ha dolido mucho a Sofía de Grecia han sido las infidelidades. Sobre ella siempre ha caído la sombra de lo que hacía su marido a sus espaldas. Ella ha sufrido mucho por el tema. De hecho, su paso por palacio estuvo protagonizado por los escándalos silenciados de su marido. Incontables mujeres, se afirma, han pasado por el lecho real, mientras Sofía de Grecia, en la habitación de al lado, lloraba sin poder hacer nada.
Ahora a ella le da exactamente igual. Es feliz sabiendo que lo ha hecho siempre por el bien de su familia y de la casa. Pero, sin embargo, en todo este tiempo, ella ha estado ocupando un puesto que no merecía. Sofía de Grecia merecía, sin duda, mucho más. Por eso ahora parece que están intentando rectificar lo sucedido.
Su regreso a la agenda oficial

Tras casi cuatro años sin apenas actos, Sofía de Grecia ha vuelto, de lleno, a la primera plana de la casa. Sin duda alguna, Sofía está ahora asistiendo a más actos que cuando, incluso, era Reina. Siendo ella también un personaje público, fue apartada del ojo mediático desde el momento en el que abandonó el trono. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, ha regresado, sin hacer ruido, pero teniendo una agenda de lo más apretada.
Ahora no solo acude a ver los nacimientos de nuevos pandas en el Zoo de Madrid, sino que asiste a más actos. Hay más inauguraciones, discursos y visitas oficiales. De hecho, incluso, lo hace sin ser acompañada de nadie más. Por fin, Sofía asume el papel que debería de haber asumido, aunque haya sido tarde.
La última inauguración

Fue el pasado 8 de marzo cuando pudimos ver, por última vez, en un acto oficial, a Sofía de Grecia. Ella se encontraba inaugurando la exposición de pintura y escultura del museo que lleva su nombre. Pero no estaba sola. En compañía del ministro de Educación, acudía, feliz, y coincidiendo con el día de la mujer. Además, no fue acompañada de Juan Carlos ni de ningún otro miembro de la Casa Real.
Allí se mostró pletórica, ante la inauguración de la exposición de su museo. Y no es para menos. Ella ya conocía cuál iba a ser su siguiente encargo. Y seguro que estaba pletórica. Y todo porque le aguardaba una misión importante y trascendente, teniendo en cuenta el largo recorrido que ha tenido el rey Juan Carlos en este tipo de actos.
Representando a España en Arabia Saudí

La Reina Sofía ha recibido uno de los encargos más importantes de la Casa Real: hacer de embajadora de España. Hasta Arabia Saudí se fue para cumplir con su papel. En estas tierras, además, ha sido siempre Juan Carlos I quién ha estado ocupando el puesto. Pero esta vez le han dejado el papel a Sofía de Grecia.
Ella ha sido la encargada de formar parte del comité que ha entregado unos galardones a favor de la educación. En dicha mesa de negociación, ella ha sido la única mujer presente, y ocupando un puesto privilegiado. Además, ha visitado el museo de Riad, acompañada de los directivos, para contemplar la riqueza cultural del entorno. Un viaje que a muchos ha sorprendido. Ella ya está desbancado al emérito en este tipo de misiones al extranjero. Y no es para menos, teniendo en cuenta todo lo que ha hecho por la corona. Así es como Doña Sofía de Grecia ocupa, por fin, la silla que se merecía.