La princesa Leonor y la infanta Sofía emprendieron el nuevo curso escolar hace tan solo una semana. Una vuelta al cole marcada, una vez más, por las exigencias de la reina Letizia hacia el Colegio Santa María de los Rosales, el centro educativo en el que estudian sus hijas. Y es que, a pesar de que las hijas de los Reyes siguen el mismo calendario escolar que el resto de alumnos, la vuelta al cole para ellas no es igual que para los demás compañeros.
La responsable de esta situación no es otra que la reina Letizia. Bien es sabido que la mujer de Felipe VI, responsable directa de la educación de sus hijas, transmite diversas órdenes al colegio, lo que hace que el día a día de la princesa Leonor y la infanta Sofía sea distinto. ¡No te pierdas las prohibiciones de la reina Letizia que, obviamente no sientan bien al resto de padres!
Móviles fuera

El poder de la reina Letizia es abrumador. Y es que lo que la mujer de Felipe VI dice va a misa. Este nuevo curso escolar no iba a ser diferente y las manías de doña Letizia han vuelto a hacer acto de presencia. Unas exigencias que el Colegio Santa María de los Rosales ha tenido que cumplir, una vez más, a rajatabla.
Adiós a los móviles. Adiós a mandar whatsapps, realizar llamadas o hacerse fotos en el recreo. Una exigencia que se suma a la larga lista de normas impuestas por la reina Letizia y que no solo están acabando con la paciencia del resto de padres y del profesorado, sino que tampoco le habría hecho ninguna gracia a la Casa Real.
De esta forma, la reina Letizia consigue que no salga a la luz ninguna imagen de la princesa Leonor o de la infanta Sofía durante su jornada académica. Y es que la sobreprotección hacia sus hijas es cada vez mayor. Sus apariciones públicas son limitadas y, desde hace unos años, los Reyes ya no posan ante la prensa con sus hijas en el primer día de colegio de las niñas.
La reina Letizia impone un ‘pasapalabra’

La reina Letizia, más que la madre de unas alumnas, parece la nueva directora del centro en el que estudian sus hijas. La mujer de Felipe VI ha impuesto que la princesa Leonor y la infanta Sofía se marquen un ‘pasapalabra’ en toda regla en lo que a asuntos familiares se refiere. Y es que los profesores tienen orden de saltarse a las hijas de los Reyes cuando en clase se tratan asuntos familiares.
Una muestra más de la ‘sobreprotección’ que la reina Letizia tiene hacia sus hijas y con la que la Casa Real no está de acuerdo. Si echamos la vista atrás, cabe recordar que la posición de los actuales Reyes Eméritos hacia sus hijos fue totalmente distinta. Don Juan Carlos y doña Sofía trataron en todo momento que sus tres hijos fueran educados como el resto de niños.
Cero preguntas sobre su vida familiar

Hablar sobre anécdotas familiares tras las vacaciones de verano es algo muy habitual durante la vuelta al cole. Algo que tiene terminantemente prohibido la princesa Leonor y la infanta Sofía. Y para que las niñas no cometan el lapsus de decir nada, la reina Letizia ha exigido que los profesores del Colegio Santa María de los Rosales no les formulen a sus hijas ninguna pregunta sobre su vida cotidiana.
Pero aquí no acaba todo. La princesa Leonor y la infanta Sofía tampoco pueden escribir redacciones para contar sus cómo les han ido sus dos meses y medio de vacaciones. Asimismo, tampoco pueden contar ni hacer ningún ejercicio de clase que implique relatar aspectos de su vida diaria.
La reina Letizia impone un menú a su gusto

A partir del 15 de septiembre de 2008, el Colegio Santa María de los Rosales ya nunca volvería a ser como antes. Mochila a la espalda, Leonor de Borbón y Ortiz acudía ilusionada a su primer día de clase. Sin embargo, la llegada de la heredera a la Corona como nueva alumna traería consigo una serie de cambios en el centro escolar.
Una de las primeras normas que impuso la reina Letizia fue que se eliminase toda la grasa del menú escolar. La mujer de Felipe VI quería que sus hijas siguieran una dieta saludable. Para ello apostó por alimentos como pollo asado o a la plancha y lentejas. Algo a lo que se tuvieron que acoger todos los alumnos del centro. Algo que en su día no le hizo mucha gracia a Terelu Campos, cuya hija, Alejandra, también estudiaba en el mismo centro. «Lo que sí me molestó un poco fue el tema de la alimentación porque a los niños de vez en cuando se les puede dar una croqueta y no pasa nada», aseguró la colaboradora de Sálvame.
Adiós a las pizarras tradicionales

Si por algo se caracterizan las aulas de un colegio son por sus pizarras verdes tradicionales en las que escribir con tiza blanca. Pues bien, parece que estas no eran del agrado de la reina Letizia. La mujer de Felipe VI decidió que las pizarras de toda la vida fueran sustituidas por pizarras electrónicas.
No sabemos si Letizia quería evitar una guerra de tizas en clase o apostar por la tecnología, pero el caso es que, una vez más, consiguió su propósito. A este cambio se sumó también una renovación de gran parte del mobiliario de las aulas, el cual fue sustituído por otro más moderno.
Una seguridad por las nubes

La llegada de las hijas de los Reyes al Colegio Santa María de los Rosales hizo que las medidas de seguridad del centro se pusieran por las nubes. «Yo me acostumbré a ver a la seguridad con perros. En esos días levantaron la valla del colegio unos 2 metros, lo que molestó a muchos padres. A mí me dio tranquilidad al ver un colegio seguro», relató Terelu Campos en Sálvame.
Sin embargo, lo que no le hizo ni pizca de gracia a la gran mayoría de los padres del resto de alumnos fue la restricción que se vivía en los actos oficiales del centro. «Yo recuerdo que para cualquier evento en el colegio se debía entregar el DNI y solo podían asistir los padres, nada de abuelos. Eso también molestó mucho», comentó Terelu. En definitiva, que ser compañero de la princesa Leonor o la infanta Sofía parece que tiene más desventajas que desventajas.
Fiestas de cumpleaños poco infantiles

En las fiestas de cumpleaños de cualquier niño no pueden faltar las chucherías, la piñata, los globos, la tarta, los sandwiches y un largo etcétera. Sin embargo, los cumpleaños de las hijas de los Reyes nada se parecen a los de cualquier niño de su edad. Las exigencias de la reina Letizia en este día tan importante son, cuanto menos, exageradas.
Conociendo la obsesión de la mujer de Felipe VI por que sus hijas sigan una dieta saludable, es más que probable que los azúcares no estén presentes en los cumpleaños de sus hijas. A ello se sumaría la prohibición de hacerle fotografías a la princesa Leonor, a la infanta Sofía o a cualquier otro miembro de la Familia Real para que no se filtren a la prensa.
La anécdota de Alejandra, la hija de Terelu

Respecto a la seguridad que guarda la integridad física de las dos hijas de los Reyes, Terelu relataba hace unos días una anécdota personal de su hija Alejandra. La única hija de Terelu acudía al Rosales hasta empezar el Bachillerato. En ese tiempo, coincidía en el recreo con Leonor, la hija mayor de los Reyes y futura reina de España.
Según la propia Terelu, el guardaespaldas de la princesa de Asturias no se separa a más de dos metros de ella y la tiene controlada en todo momento. Siendo Leonor aún una niña de primaria, se acercó cariñosamente a Alejandra, con quien tenía muy buena relación pese a la diferencia de edad y le pidió un beso. En ese momento, cuando la pequeña de las Campos se acercó a la infanta, el seguridad dio un paso al frente y la hija de Terelu se asustó y huyó. Un gesto que demuestra lo sociable y cariñosa que es la primogénita de Letizia y lo difícil que lo tiene para desarrollar su infancia como una niña más de su edad.
Letizia y los carretes de foto

Otra anécdota sobre la difícil y desemejante infancia de las infantas Leonor y Sofía salía a la luz hace casi diez años. La princesa Letizia, según publicaba en exclusiva el portal Vanitatis, llevó a las niñas al club Puerta de Hierro, uno de los más exclusivos de Madrid. Allí, en aquel momento, se estaba celebrando el cumpleaños de un niño, con payasos, chucherías y regalos, un atractivo seguro para unas niñas de las edades de Leonor y Sofía entonces (3 y 2 años).
Las pequeñas se acercaron y los niños jugaron con ellas. Al terminar la fiesta de cumpleaños, el guardaespaldas de Letizia se acercó a un familiar y les exigió los carretes de fotografía y el contenido de las cámaras de vídeo. En nombre de la princesa de Asturias no podían permitir que sus hijas estuvieran en cámaras de foto y vídeos de carácter privado. El guardaespaldas, según el medio de comunicación, insistió al familiar y el padre de los niños, al ver la situación, se acercó a la escolta real y les dijo «Recuerde a la princesa de Asturias que las niñas no nos molestan nada, pero no han sido invitadas».
Siguiendo la tradición familiar

Don Felipe y doña Letizia escogieron para sus hijas el colegio Santa María de los Rosales. Allí estudió el rey y las infantas Elena y Cristina. Era habitual que doña Sofía fuera a llevar y recoger a sus hijos. Lo mismo que los actuales reyes, siempre que sus obligaciones se lo permiten. No obstante, es doña Letizia quien más se implica en todo lo relacionado con Santa María de los Rosales.
La llegada de Leonor y Sofía a la escuela ha cambiado las normas. Está prohibido el uso de teléfonos móviles para que no pueda captarse imagen alguna de las niñas. También el menú ha sufrido cambios. Doña Letizia es una firme defensora de la comida sana y eso ha hecho que en Santa María de los Rosales hayan desaparecidos los fritos y todos aquellos platos ricos en grasas. Ahora priman las verduras, las legumbres y carnes y pescados a la plancha.
Letizia y su fobia a que fotografíen a sus hijas

El tema de las fotografías ha sido motivo de conflicto en el colegio. Algunos padres se han quejado de las condiciones impuestas por doña Letizia. Existe un férreo control para que no aparezcan publicadas imágenes de las infantas en su día a día escolar y también en cuanto a celebraciones y festivales, así lo explican en Vanity Fair: “Desde el primer curso, Letizia pidió que no tomáramos fotos en los cumpleaños que celebrábamos juntos”.
Así justificó la reina Letizia su petición según la fuente de Vanity Fair: “Ella prefería que no lo hiciéramos para que no se filtraran esas imágenes más personales”. También afecta esta norma a los festivales celebrados en el colegio: “En las funciones del colegio sí se puede grabar pero luego no podemos distribuir esas imágenes, pero también por el resto de los niños”. Queda claro que aquí nadie se salta el mandato de doña Letizia. Sin embargo, eso no evita que algunos padres hayan mostrado su malestar a la dirección del centro.
Leonor y Sofía, dos niñas muy bien aleccionadas

Desde bien pequeñas, Leonor y Sofía han sido educadas para no explicar nada de lo que ocurre en su vida familiar. ¿El motivo? Se desconoce. Unos hablan de cuestión de seguridad, otros aseguran que el papel que tienen reservado en la vida hace inviable que se manejen con los mismos códigos de sus coetáneos. Sin embargo, esto choca con la máxima de doña Letizia y don Felipe, que sus hijas disfruten de una infancia como la de cualquier otro niño de su edad.
El mutismo impuesto por los reyes a sus hijas afecta también a sus compañeros de clase, pues si algo cuentan Leonor y Sofía, están obligados a guardar silencio. Por otro parte, hablamos de una circunstancia que pocas veces ocurre, pues las infantas ya tienen callo en esta cuestión. Tal como dijo la reina en el último posado veraniego, sus hijas están muy bien aleccionadas en este sentido.
La venganza de Letizia

Aunque de cara a la galería don Felipe y doña Letizia quieren dar una imagen de padres unidos en cuanto a la educación de sus hijas, la realidad podría ser diferente. En alguna ocasión, el rey no ha estado de acuerdo con la sobreprotección dela reina para con Leonor y Sofía. La reina no quiere exponer a las niñas públicamente sin un motivo justificado. Esto ha afectado a ciertos actos de carácter histórico y familiar.
Ocurrió este año cuando se celebró la misa por los veinticinco años del fallecimiento de don Juan de Borbón. Don Felipe quería que Leonor y Sofía estuvieran presentes. Sin embargo, Letizia se plantó y las niñas no asistieron. En este caso, todo indica que la reina se vengó así de los desplantes recibidos por su suegro. Un gesto que don Juan Carlos no olvidará con facilidad y que todavía le ha alejado más de esa nuera que considera mandona y vengativa.
Letizia, una madre controladora

La periodista Carmen Enríquez ha dado su opinión en Vanity Fair sobre el celo extremo de doña Letizia en relación a las fotografías que se toman de las infantas: “Letizia ha sido absolutamente estricta en la educación de las niñas en este sentido y siempre ha actuado con un afán de sobreprotección. Cuando hay algún acto público está todo el rato mirando a las niñas, tocándoles el pelo, vigilándolas. Esto lo puedes hacer más cuando tenían cuatro años pero las niñas ya no son tan niñas. Hay que relajarse según pasa el tiempo”.
Si algo no se permite doña Letizia es la relajación en cuanto a las normas impuestas sobre sus hijas. Mucho se ha comentado que cuando comparte acto público con Leonor y Sofía, centra toda su atención en ellas dejando al resto de invitados de lado. Este escrutinio y control constante no es aconsejable porque fomenta personalidades débiles. A las infantas hay que darles su margen para que experimenten por sí mismas y aprendan. Sin embargo, la reina, en su búsqueda de la perfección, les corta las alas.
Leonor y Sofía de Borbón son las niñas menos fotografiadas de la realeza europea. A diferencia de sus coetáneas, las infantas no tienen protagonismo institucional. En el caso de la heredera, tan solo tiene un compromiso oficial al año, la fiesta del doce de octubre. Ahora don Felipe y doña Letizia han sorprendido con una decisión que afecta al verano de sus hijas.
Al otro lado del charco

La Casa Real ha emitido un comunicado donde explican que Leonor y Sofía pasarán este mes de julio en un campamento en Estados Unidos: “En el proceso de formación académica y personal de Su Alteza Real la Princesa de Asturias, la Infanta Doña Leonor, y de su hermana Su Alteza Real la Infanta Doña Sofía, Sus Majestades los Reyes han decidido que ambas asistan durante un mes a un campamento de verano infantil en los Estados Unidos de Norteamérica, de donde regresarán a finales del presente mes de julio”.
Estas son las razones de don Felipe y doña Letizia para enviar a sus hijas a miles de kilómetros de distancia: “De esta manera, Sus Majestades los Reyes desean que las Infantas reciban formación complementaria a su escolarización en España en un ambiente de intercambio cultural con niñas y niños de diferentes nacionalidades. El objetivo es el de que dicha estancia les pueda aportar tanto a Doña Leonor como a Doña Sofía nuevos conocimientos y experiencias con actividades acordes con su edad”.
No a los Urdangarín

Se espera que la infanta Cristina y sus hijos recalen en Palma durante el mes de julio. El hecho de que Leonor y Sofía estén en Estados Unidos evita a los Reyes que sus hijas tengan que coincidir con los primos Urdangarín. Las niñas regresarán a Madrid a finales de julio y de ahí partirán hacia Mallorca en compañía de sus padres. Como cada mes de agosto, la Familia Real da el pistoletazo de salida a las vacaciones en Palma.
No está claro si este verano los Reyes podrán disfrutar de unos días de descanso alejados del ojo público. Tras lo sucedido durante la última misa de Pascua, el rifirrafe entre doña Letizia y doña Sofía, la Casa Real ha cambiado los planes y todo indica que don Felipe y su familia tendrán que permanecer más días en la isla balear. Algo que no es el agrado de la Reina pero que tiene que acatar tras el bochornoso incidente.
Solo comida sana

La educación de las infantas Leonor y Sofía ha sido objeto de críticas por la rigidez que conlleva la misma y que muchos achacan a doña Letizia. Se comenta que la Reina es una madre muy estricta. En cuestiones alimenticias, las infantas tienen vetadas las chucherías. Este punto podría haber sido motivo de discusión entre la soberana y su suegra, acostumbrada a obsequiar a sus nietos pequeños con caramelos.
Doña Letizia es contraria a los fritos y el azúcar. De hecho, las infantas tan solo pueden comer huevo y patatas fritas una vez al mes. La Reina es fan incondicional de la comida saludable y este hecho ha obligado a modificar el menú del colegio Los Rosales, donde asisten Leonor y Sofía. La Reina ha conseguido que la verdura que se sirve a los alumnos sea ecológica y también la defenestración de los empanados. Estas modificaciones, aunque sanas, han conllevado un aumento en el precio del comedor, lo que ha hecho que algunos padres pongan el grito en el cielo.
Ser o no ser

Tanto don Felipe como doña Letizia están de acuerdo en resguardar al máximo la infancia de sus hijas. De hecho, el Rey se ha lamentado de la exposición que tuvo siendo niño. A muy temprana edad, empezó a participar en actos y parece que eso no fue de su agrado. Por tanto, tras ser padre, decidió, conjuntamente con doña Letizia, que Leonor y Sofía no tendrían presencia pública hasta llegar a una edad donde pudieran entender el significado de lo que representan.
La decisión de los Reyes ha levantado algunas críticas que se fundamentan en el hecho de que los integrantes de la realeza aprenden los usos y costumbres siendo niños. De otra forma resulta muy difícil poder desempeñarse en los actos. Se trata de sonreír, estrechar manos, escuchar atentamente y departir. Eso sí, siempre con buena cara. No resulta fácil a menos que te lo inculquen desde la más tierna infancia.
La hora del adiós

En cuestiones de carácter, Leonor se parece a su padre. Es tranquila, reflexiva, disciplinada y dócil. Más inquieta y picarona es Sofía, que se convirtió en la favorita de los internautas por su naturalidad durante el documental que se emitió sobre la vida de la Familia Real. Hasta el momento, los caminos de las infantas han discurrido en paralelo. Sin embargo, se va acercando la hora de la separación.
Leonor está llamada a suceder a su padre, por lo que debe formarse en diferentes materias. Algo de lo que está exenta Sofía. Las hermanas se llevan muy bien. El único motivo de roce son las fotos institucionales que protagonizan los Reyes y Leonor. Es ahí cuando Sofía se planta y quiere tener arte y parte. Don Felipe y doña Sofía lo que hacen es posar con ella y la instantánea se guarda en el álbum familiar.