Iñaki Urdangarín ya ha pasado la peor parte de su estancia en prisión. Faltan apenas tres días para que se cumpla un cuarto de su condena, de 5 años y 10 meses de duración. El 28 de noviembre será una fecha clave para el marido de la infanta Cristina, quien podrá disfrutar de 36 días de permisos anuales a partir de entonces, si todo marcha según lo previsto. Mientras tanto, continúa aislado en su módulo de la cárcel de Brieva (Ávila), pero, muy cerca de él, se encuentra presa una etarra, quien en su momento pudo poner en peligro la vida del rey emérito Juan Carlos I, suegro de Urdangarín. Este medio ha estado ayer en Brieva, y hemos podido hablar con los pocos vecinos que actualmente viven allí, y también con algunos funcionarios de la prisión. Te contamos todo, paso a paso, a continuación.
A tres días de oler la libertad
> El próximo jueves será uno de los días claves en la vida de Urdangarín en prisión, donde lleva recluido desde el pasado 18 de junio de 2018. El 28 de diciembre se cumple un cuarto de su condena, y ya podría reclamar, si todo sigue su curso, los 36 días de permiso anuales que le corresponden. Es por ello que es muy probable que las navidades las pase en casa junto a la infanta Cristina y sus hijos. Eso sí, según el artículo 154 del reglamento penitenciario, no podrá permanecer más de una semana seguida en la calle.
Mientras tanto, el yerno del Rey continúa con su vida en el módulo de aislamiento. Lo que es muy posible que no sepa, ya que no tiene contacto directo y tampoco se cruza con las presas, es que, desde hace cosa de un mes, hay una nueva habitante en el Centro Penitenciario de Brieva, que poco o nada sería de su agrado. Se trata de María Soledad Iparraguirre, más conocida como ‘Anboto’, quien tiene un vínculo desde hace muchos años con la Familia Real, más concretamente con el rey Juan Carlos I. Sigue leyendo.
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La etarra que intentó matar a Juan Carlos I
> La exdirigente de ETA ‘Anboto’ e Iñaki Urdangarín viven juntos desde hace más de un mes. Juntos pero no revueltos, ya que por todos es sabido que, a pesar de que la Cárcel de Brieva sea exclusivamente para mujeres, el marido de Cristina de Borbón permanece en un módulo aislado, por lo que ambos no mantienen ningún tipo de contacto.
La etarra está acusada de 14 asesinatos, y fue procesada por dar la orden en el año 1997 para atentar contra el rey emérito Juan Carlos I, suegro del ex duque de Palma y padre de la infanta Cristina. La reclusa etarra está acusada de 14 asesinatos y ya fue procesada por dar instrucciones para atentar contra el rey Juan Carlos, suegro del ex duque de Palma. Hay que añadir el hecho de que Iñaki fue el que eligió el centro penitenciario abulense por la tranquilidad y el poco movimiento que se respira a su alrededor. El hecho de que fuese una cárcel para mujeres y que él permaneciese aislado, también influyó en su decisión. Sabiendo ahora que una de sus compañeras de prisión quiso acabar con la vida del padre de su mujer, ¿pensará lo mismo?
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Urdangarin mira hacia adelante
> Al margen de esta realidad, Urdangarín pone sus esfuerzos su futuro fuera de prisión. Según una abogada penalista con la que Look habló hace unos días, “el arraigo” es uno de los factores que más se tienen en cuenta a la hora de conceder este tipo de permisos a los reclusos. Lo que se viene a decir es que, antes de abandonar la Prisión de Brieva, Urdangarín ha de notificar a las autoridades una dirección en la que esté disponible la mayor parte del tiempo, en la que además conviva con algún miembro de su familia.
Teniendo en cuenta que su mujer, la infanta Cristina, vive en Ginebra con dos de sus hijos, es su hijo mayor, Juan Valentín, el que tendrá que dejar este asunto bien cerrado de cara a la excarcelación de su padre. El joven, que pasó una temporada en Inglaterra, regresó hace pocos meses a Madrid con vistas a formar un hogar en el que poder recibir al ex jugador de balonmano. Pero, ¿qué hay de su esposa? ¿Regresará de Suiza para reunirse, por fin, con el ex deportista?
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La infanta Cristina, en el punto de mira
> La exduquesa de Palma ha hecho vida en Ginebra. Allí tiene su trabajo y estudian dos de sus hijos, Irene y Miguel. Así, parece improbable que doña Cristina haga las maletas antes de fin de año para regresar a la capital. Además, ahora que ha recuperado parte de su sitio en la familia del rey, es posible que no esté dispuesta a volver a convertirse en la repudiada de los Borbones. Sabe que no le hará ningún bien a su imagen que se la vuelva a relacionar con Urdangarín, pero al fin y al cabo es su marido. Si no quiere llamar la atención, los encuentros con su esposo tendrán que realizarse en la más estricta intimidad, muy alejados de las atentas miradas de periodistas y paparazzi.
En este sentido, Jaime Peñafiel ya avisó que los lazos entre Iñaki y Zarzuela están rotos para siempre, y los actos oficiales en los que toda la familia real acudía en conjunto ya son cosa del pasado. Ni siquiera habiendo cumplido su condena podrá volver a formar parte de la Corona, y mucho menos desde que doña Letizia está sentada en el trono. La relación entre ellos es totalmente irreconciliable… ¿Por qué?, te estarás preguntando. Los motivos, en la página siguiente.
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Letizia y Urdangarin no se soportan
> ¿De dónde viene esta mutua animadversión? Al parecer, la reina y el marido de su cuñada nunca se llevaron precisamente bien, pero llegaron a un punto de entendimiento con tal de rebajar la tensión en las reuniones familiares. La cosa fue a peor a raíz del bautizo de la benjamina de doña Cristina de Borbón. La infanta pidió a su hermano, el entonces príncipe de Asturias, que los padres de Urdangarín se alojaran en el pabellón de Zarzuela donde él residía junto a doña Letizia. La respuesta fue un rotundo ‘no’ de parte de Ortiz, que alegó que estaba indispuesta para recibir visitas. Desde entonces, la relación entre la reina y el deportista es totalmente irreconciliable.