Esta época del año puede ser muy buena para la piel por los beneficios de la luz solar, porque el cuerpo respira y se airea y porque somos más conscientes a la hora de aplicarnos cremas o la hidratación necesaria para nuestro organismo. A cambio tiene sus complicaciones, ya que es una época en la que pueden salir molestos granitos en la espalda propiciados por el sol, la alimentación u otros componentes. A continuación te mostramos cómo combatir este problema.
La hidratación

Si te han salido granitos en la espalda este verano lo primero y más importante será contar con la opinión de un experto dermatólogo que analice el problema por si se trata de algún tipo de alergia, un problema hormonal o una enfermedad de la piel más importante de lo que pueda parecer a primera vista. Mientras tanto o si el problema no va a más, puedes aplicar algunos trucos para el cuidado de esta zona ya sea a modo preventivo o una vez aparecidos los granitos. Uno de los puntos más importantes es el tema de la hidratación.
Aunque tengas algún problema en la espalda como la aparición de granos la piel de esta zona debe permanecer hidratada, es más, debes tener un mayor rigor en el cuidado de esta zona que en el momento pueda estar sensible. Un consejo es que lo hagas con buenas cremas y huyas de los aceites, ya que estos sí pueden fomentar la aparición de sebo. Si has cambiado de crema recientemente también debes fijarte, puede que ahí esté la clave de tu problema.
Los productos

Además de las cremas o cualquier cosmético que utilices para la hidratación también debes escoger a conciencia el resto los productos que uses en esa zona, desde los geles de baño a las cremas solares. Como consejo práctico, los geles debes de ser lo más suaves que sea posible y deben respetar el pH de la piel, por lo que lo idóneo es uno de alrededor de 5.5.
El problema de los granitos en la espalda es típico de las pieles grasas, así que es importante usar por productos hidratantes no comedogénicos, sin aceites, y si es posible optar por las versiones más ligeras de las hidratantes corporales que aporten la dosis necesaria de agua sin llegar a obstruir el poro. Por otro lado, la crema solar se debe aplicar siempre y no dejar de hacerlo con la aparición de los granos, ya que las quemaduras pueden empeorar la situación o dejar marcas irreversibles en esas zonas de la piel.
El acondicionador de pelo

¿Qué relación tiene el acondicionador de pelo con los granitos de tu espalda? Aparentemente ninguna, pero lo cierto es que podría estar provocando el problema o empeorándolo sin que te des cuenta de ello. La cuestión está en si te lavas el pelo antes que el cuerpo, si te enjabonas mientras aplicas el acondicionador o si te lo aclaras antes de usar tu gel de ducha. Si aclaras el cabello después de lavarte el cuerpo es posible que estés dejando los restos de tu acondicionador o mascarilla sobre la espalda, pegados a la piel y obstruyendo los poros.
Los restos de este cosmético en tu espalda pueden también irritar la piel y causarte todo tipo de problemas, de hecho, lo ideal es que esta parte del cuerpo sea la última en lavarse y enjuagarse especialmente si tienes problemas en esa zona. Para hacerlo correctamente lo ideal es que primero te laves el cabello y después te hagas un recogido para continuar con la limpieza del cuerpo.
La exfoliación

Tal vez es algo que no practiques o solo lo hagas en la zona del rostro, pero lo cierto es que lo normal es exfoliar tu cuerpo al completo una vez en semana con productos suaves y que no dañen la barrera cutánea de la piel. Para ello puedes utilizar un guante de crin siempre y cuanto esté bien limpio y solo lo uses tú. Esto limpiará en profundidad los residuos o células muertas y es un buen gesto para prevenir la irritación, inflamación o aparición de granos.
Eso sí, no debes pasarte, ya que un exceso de exfoliación puede estimular aún más las glándulas sebáceas y causar un efecto rebote, precisamente lo contrario a tu objetivo. Si tu piel es delicada o está teniendo problemas lo ideal es que tengas especial cuidado a la hora de escoger el exfoliante más adecuado, siempre productos suaves, y que no realices este tratamiento más de una vez por semana.
El sol

Aunque el sol parezca el culpable de los granitos en la espalda, lo cierto es que tomarlo de forma moderada y con la protección correcta suele mejorar la situación, y en general es positivo para todo tipo de acné, también en el del rostro. No dudes en hacerlo de la forma correcta y sin pasarte para no empeorar el problema.
Por otro lado, muchas personas que tienen granitos todo el año descuidan sus tratamientos o cuidados con la aparición del buen tiempo y creen que tomando mucho el sol no hará falta. Todo lo contrario, ahí es cuando se puede empeorar el problema y conseguir el efecto contrario al que se busca.