Don Juan Carlos y doña Sofía no lo tuvieron fácil para casarse. Para la madre de la princesa, Juanito no era un buen partido. Creía que su hija merecía mejor suerte. Sin embargo, Juan Carlos y Sofía estaban dispuestos a convertirse en marido y mujer. Ella no quiso escuchar a quienes le aconsejaron que su novio y la palabra fidelidad estaban reñidos. Un día, la reina Sofía descubrió toda la verdad sobre los sentimientos de don Juan Carlos hacia ella. Sin duda, un durísimo golpe. Te lo contamos todo a continuación.
Un matrimonio cargado de espinas
> La vida matrimonial de don Juan Carlos y doña Sofía ha estado cargada de desencuentros. Como en un partido desequilibrado, las rosas han sido para él y las espinas para ella. Tan solo una mujer nacida y criada en palacio habría aguantado tanto. Pero la princesa creció con una máxima, la monarquía es lo primero. De hecho, doña Sofía considera que su papel es el de consorte. Así se lo explicó a Pilar Urbano en La Reina: “Soy reina porque estoy casada con el rey. Mi estatus es de consorte del rey. Si no fuese la esposa del rey, su consorte, yo sería solo lo que soy por mí misma: princesa de Grecia, y punto…”.
Si hay algo que don Juan Carlos valora de su mujer es que jamás ha intentado invadir su espacio: “En política no se mete. No es una persona que quiera inmiscuirse en lo que son mis atribuciones. En absoluto. No irás nunca a nadie diciendo que si la influencia de la reina, que si la reina teje y desteje, que si compone situaciones…”. Sin duda, nada que ver con el papel de la reina Letizia.
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La gran mentira de Juan Carlos a Sofía
> Sin duda, la princesa Sofía era el mejor partido para Juanito. Aquel joven príncipe necesitaba una compañera que le apoyara en los muchos frentes que tenía abiertos. Era un peón en manos de su padre y Franco. Se encontraba en el medio de una partida de titanes que lo utilizaban a su antojo. Don Juan Carlos necesitaba a su lado una persona leal y preparada. Sofía cumplía todos los requisitos.
Mucho se ha escrito sobre si don Juan Carlos se casó enamorado. Así respondió el aludido a Pilar Urbano sobre si enamoró apasionadamente de la princesa griega: “¡Hombre…. Mujer! ¿Apasionadamente? Yo no soy un hombre que se enamore apasionadamente, perdidamente. (El rey hace una imitación burlona de un romeo de ojos en blanco y ohohoh) Aparte de que, entre ella y yo, hablábamos en inglés. En inglés, oye, y a mí el inglés no es precisamente lo más me… Vamos, que no es un idioma que me inspire y apasione”. Sin duda, cuando doña Sofía leyó esas páginas de La reina (P&J) confirmó sus peores temores. Ella, que siempre intentó aparentar una felicidad conyugal que solo existía en su imaginación, vio como él la humillaba ante millones de personas.
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El rey advirtió a su hijo sobre Letizia
> Don Juan Carlos siempre tuvo muy presentes las palabras de su padre acerca de que la esposa del rey no debía tener pasado. Consciente de que los tiempos cambian, el rey asesoró a su hijo sobre la cuestión y le dijo que debía casarse con quien le conviniera: “Su mujer tendrá que saber hacerlo bien; tendrá que estar a todo; y esta vida nuestra es de mucho tute y, no pocas veces, de mucha tensión. Ser reina no es cómodo”.
Esta forma de pensar de don Juan Carlos hizo que chocara con don Felipe. El padre no estaba de acuerdo con sus novias. Eva Sannum le pareció inadecuada. Discutieron porque el príncipe quería casarse con ella. Al final, rompieron. Tiempo después, aparecía Letizia Ortiz y don Juan Carlos se echó a temblar. Aparte de su historia vital, algo vio que le llevó a pronunciar aquella frase lapidaria: “Es lo peor que ha entrado en la Casa en años”.
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El golpe de estado de don Felipe
> Don Felipe tenía un propósito, ser feliz. Sabía que si iba de cara y pedía opinión a sus padres, don Juan Carlos se opondría. Eso ya había ocurrido, anteriormente, en dos ocasiones. Por tanto, lo que hizo el entonces príncipe fue demostrar que estaba dispuesto a todo. De ahí que se marchara a Nueva York, donde se encontraba Letizia. Antes de partir, ya había amenazado a su padre con renunciar a sus derechos sino aceptaba a su novia.
Cuando don Juan Carlos supo que don Felipe estaba en un punto sin retorno, pronunció: “Mi hijo se acaba de cargar la monarquía”. A partir de ahí, lo que hizo fue encargar informes sobre la vida de Letizia y lo que descubrió hizo que su futura nuera le desagradara todavía más.
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El vídeo donde Letizia se declara republicana
> En La corte de Felipe VI se aborda un tema que ha escandalizado a muchos. Durante años corrió el rumor de que existía una grabación donde podía verse a doña Letizia declarándose republicana. Pues bien, la cosa es cierta. Así sucedieron los hechos: “Un día, en los meses previos a la boda, llegó el estudiante mexicano a Torrespaña diciendo que quería hablar con Urdaci. En la cinta de VHS aparecía Letizia, en un debate celebrado en clase, hablando a favor de la república y criticando la monarquía española”.
El asunto va más allá porque el blanqueo de la imagen de Letizia Ortiz que se había iniciado desde Casa Real mandaba máxima protección: “Urdaci habló con Zarzuela y pidió instrucciones y, finalmente, Televisión Española acabó comprando el vídeo para hacerlo desaparecer” Una de las personas que tuvo arte y parte en este asunto aseguró que la cifra era de un millón de pesetas.
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El dulce sabor de la venganza
> Letizia es paciente cuando se trata de venganzas. En el caso de don Juan Carlos, sabía que era cuestión de tiempo que cayera en desgracia. Tenía información privilegiada y conocía que el globo estaba a punto de estallar. Fue una de las que más se alegró cuando se hicieron públicas las cintas donde Corinna habla de los manejos económicos de su suegro.
El asunto se convirtió en un auténtico polvorín y hubo que mandar a al rey emérito a galeras. Sin duda, jamás se había visto a la reina tan sonriente y relajada en el posado veraniego de Palma como en el último. Por fin se había hecho justicia. Y la reina alzó su copa y brindó.