Mucho se ha estado hablando estos días acerca de los motivos por los que el torero aún no ha oficializado su separación de Paloma Cuevas. Se ha especulado con que Enrique Ponce podría estar sopesando una reconciliación con la madre de sus hijos, pero nada más lejos de la realidad. Por fin conocemos la razón real por la que todavía no ha firmado el divorcio: un gran problemón que no podrá solucionar hasta pasado un tiempo. ¿Quieres saber de qué se trata y enterarte de todos los detalles? Sigue leyendo, te lo contamos todo a continuación.
Los 49 años más joviales
> Hoy, 8 de diciembre de 2020, Enrique Ponce ha cumplido los 49 años. A punto de alcanzar el medio siglo de vida, lo cierto es que el torero luce un aspecto muy renovado y presume de actitud jovial junto a Ana Soria, la chica de 21 años con la que ahora comparte su vida. A lo largo del pasado verano, se les ha podido ver disfrutando de unas vacaciones idílicas surcando el Mar Mediterráneo y divirtiéndose en animadas fiestas tras las faenas del diestro. Aún así, la vida quiso recordar al maestro que ya no es un chaval y hace apenas un mes tuvo que ser operado a consecuencia de una hernia en su estómago. Todavía se desconoce qué harán los tortolitos para celebrar esta marcada fecha, o si Paloma Cuevas y las hijas que el diestro tuvo con ella formarán parte de la lista de invitados al evento que organicen. Recordemos que, según algunos medios, él sí se desplazó hasta Madrid para celebrar el aniversario de su todavía esposa el pasado 11 de septiembre.
Aquello fue una buena prueba más de la buena relación que hay entre ellos a pesar de la separación. Muchos han utilizado esta amistad que Paloma Cuevas y Enrique Ponce conservan para especular sobre la idea de una posible reconciliación, apoyándose en que el torero todavía no ha firmado los documentos del divorcio. Sin embargo, se acaba de descubrir la verdadera razón por la que no lo ha hecho aún, y no tiene nada que ver con un supuesto acercamiento con su expareja. Se trata de un problemón que quita el sueño al diestro y que no podrá solucionar hasta pasado un tiempo. ¿Quieres saber de qué se trata? Sigue leyendo, te lo contamos todo en la página siguiente.
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Un asunto de dinero
> Tras varias negociaciones, Enrique Ponce y Paloma Cuevas llegaron a un acuerdo de divorcio que parecía convencer a los dos. Según el documento, la empresaria seguirá viviendo en la casa familiar, ostentará la custodia de las hijas menores, aunque el torero podrá verlas en función a un régimen de visitas, y además les pasará una pensión alimenticia. Ambos estaban conformes con estas condiciones, así que son muchos los que se preguntan por qué el diestro todavía no ha firmado los papeles. “El único problema para que Enrique firme es el económico”, sostienen desde Look. Al parecer, “Ponce pasa por ciertos problemas económicos. Digamos que hay algunos negocios que no le van muy bien y no es un buen momento”. La fuente con la que el mencionado portal ha podido hablar confía en que todo se solucione de cara al 2021, y sostiene que será entonces cuando el divorcio se haga oficial.
Aunque resulta evidente que Paloma Cuevas se está impacientando y que tiene ganas de zanjar este asunto cuanto antes para poder pasar página, el confidente de Look asegura que, con vistas a mantener su buena relación con Enrique Ponce, la empresaria aguantará estoicamente hasta que el torero pueda estampar su sello en dichos documentos: “Ella podría tirar adelante sola, pero no se trata de eso. Parece que hay que esperar, porque no se plantea en absoluto demanda judicial. No, eso no”.
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El divorcio llegará
> De las declaraciones anteriores se puede entender que Enrique Ponce tendría algunos problemas a la hora de hacer frente a la pensión alimenticia de sus hijas, muy elevada por lo visto. Quiere lo mejor para ellas y no parece tener intención alguna de negociar una nueva cantidad ligeramente inferior, pero antes de poder afrontar semejante desembolso ha de cerrar algunas cosas, tal y como él mismo ha explicado a Look. “Estoy cansado de todo esto. Lleva su proceso y en poco tiempo se firmará. Estamos rematando cosas y ya está. ¡Dejar ya de darle vueltas!”, sentenciaba el diestro, cansado de las especulaciones que giran en torno a los motivos por los que se ha retrasado la oficialización de su separación por lo civil.
De la anulación matrimonial por medio de un tribunal eclesiástico ni siquiera se ha hablado, puesto que ambos son personas de alta tradición religiosa y, para ellos, separarse a ojos de Dios son palabras mayores. Fuentes cercanas al todavía matrimonio aseguran que, llegado el momento, se pondrá el asunto sobre la mesa para que ambos puedan rehacer su vida, pero lo primordial ahora para ellos es el divorcio civil.