Quedan horas para que acabe el año y Cristina Pedroche ya se está preparando para ser la reina de la noche. Su vestido, como todos los años en los que la colaboradora de Zapeando ha presentado las Campanadas, sigue ocasionando mucha intriga entre los ciudadanos. Sin duda, un gran momento para la mujer de Dabiz Muñoz que no se cansa de repetir, año tras año. La pareja disfruta este día como ninguno y estamos seguros de que, por unos momentos, lograrán olvidarse de todos los problemas que han sufrido este año. La realidad de Cristina Pedroche y Dabiz Muñoz detrás de las Campanadas, a continuación.
Del cielo al infierno
> Tan solo quedan unas horas para que Cristina Pedroche disfrute del “mejor momento del año”. Una de sus últimas entrevistas las hizo en Antena Tres, al lado de Pablo Motos, donde mostró un pequeño adelanto de lo que será su vestido para despedir uno de los peores años de la historia de los españoles. Y es que, la colaboradora de Zapeando llegó incluso a replantearse el dar las Campanadas. Ante la tristeza de sus más allegados, decidió que lo mejor era despedir el 2020 poniendo la mejor cara posible. Así pues, siguiendo las tradiciones, su marido, Dabiz Muñoz, ha publicado una fotografía en sus redes sociales con el vestido que Pedroche se puso el año pasado. ¿Dará suerte a la pareja para que el año que viene sea mejor que este? Desde luego que los problemas en sus vidas no han escatimado. La realidad detrás de la felicidad de las Campanadas te las contamos en la siguiente página.
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Un nuevo y duro golpe para David y Cristina
> Cristina Pedroche y Dabiz Muñoz son de esas parejas que parecen tenerlo todo: un matrimonio sólido y lleno de amor, unos negocios prósperos y éxito a raudales. Sin embargo, al igual que para la mayoría de la población, la llegada del COVID19 a nuestras vidas lo ha cambiado absolutamente todo. De repente, el negocio tan exitoso que había montado el chef, DiverXo, y que tantas alegrías le había dado, ha empezado a hacer aguas a pasos agigantados ante los atónitos ojos de su dueño. Primero fue el incendio de su restaurante en Madrid, lo que obligaba a desalojar a comensales y trabajadores.
“A los bomberos, sanitarios, Policía Municipal y Policía Nacional que nos asistieron a mi equipo y a mí. De verdad que no pudieron ser más cariñosos, amables y más empáticos. Sobre todo, ser tan empáticos con una situación en la que mi equipo y yo nos sentíamos asustados y sobrepasados por las circunstancias. Conviene recordar el maravilloso trabajo que hace toda esta gente, entre todos tenemos que apoyarlos y cuidarlos”, se pronunciaba el marido de Pedroche después del mal rato.
Y, tras la reapertura, el positivo en coronavirus por parte de algunos de los empleados supuso un nuevo varapalo para la pareja, quién de nuevo veía frustrados sus planes de poder retomar el funcionamiento normal del negocio. Y, para colmo, cuando ya por fin creían poder volver a abrir las puertas del restaurante, eran las restricciones impuestas en la capital las que obligaban a posponer la reapertura.
“Está siendo complicado para toda la sociedad, para la cocina y todos los gremios. Esperemos que se acabe pronto”, aseguraba el chef ante los problemas en el local.
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El exitoso negocio de Dabiz echa el cierre
> Y, cuando creían que todos los problemas se habían solucionado, ahora un nuevo golpe les ha dejado devastados. El negocio en el que tantas ilusiones habían puesto, y en el que, además, tanto Dabiz como Pedroche habían invertido una cantidad millonaria, ha echado el cierre. Se trata de StreetXo, el restaurante que el chef tenía en Londres y que no ha funcionado tan bien como esperaban, lo que le ha obligado a iniciar un proceso voluntario de insolvencia y liquidación. El local cerró las puertas con la cuarentena el pasado mes de marzo, y no ha vuelto a abrirlas. Tan solo el alquiler del local costaba unos 400.000 euros, lo que suponía un gasto excesivo. Además, las perdidas constantes que estaba experimentado debido a lo complicado del mercado británico y también al Brexit, supusieron los últimos clavos en su ataúd. A eso se suma que las críticas gastronómicas tampoco fueron muy buenas: “La cuenta es probablemente el doble de lo que debería ser (…) La supuesta innovación del chef es provinciana y desfasada. Muñoz menosprecia los avances que se han hecho en la gastronomía”.
Pero, no todo es malo, ya que en España el chef goza de una gran fama y ha renovado sus tres estrellas Michelin de cara al 2021. “Este año, más si cabe, es una maravilla que se esté celebrando la guía en Madrid. Me hace especial ilusión porque la primera vez que se hizo fue en Madrid hace muchos años. En aquella gala nos dieron la primera estrella Michelin”, recordaba emocionado ante el prestigioso reconocimiento. “Se ha hecho lo máximo que se podía hacer para poder seguir desarrollando nuestro trabajo. Nos han dado la posibilidad de demostrar que los restaurantes son lugares seguros”.
Además, Muñoz ha triunfado también con el GoXO, un delivery de alta cocina para que todos puedan disfrutar de sus platos sin salir de casa, e incluso ha montado un Food Truck en la zona de Azca en Madrid dónde vende perritos calientes, dumplings, cócteles y una tarta muy especial que lleva el nombre de su mujer, Cristina Pedroche. La misma que está ya inmersa en los preparativos de la noche más especial y complicada del año.
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Cristina Pedroche y el vestido más esperado
> Y, en medio del complicado momento que están atravesando, Pedroche sigue a tope con los preparativos de las Campanadas del 2020. Una Nochevieja que este año adquiere más significado que nunca, ya que todos queremos dejar atrás lo malo. Este es el sexto año consecutivo en el que la presentadora se encarga de ponerse sus mejores galas y dejarnos a todos sin habla, una tradición que empezó en 2014. A partir de ahí, año tras año la Pedroche ha ido superándose a sí misma, sobre todo por lo poco que deja a la imaginación, ya sea con encaje, pedrería, flores, corsé o incluso metal. Sin embargo, este año todo adquiere una mayor importancia, por lo que el vestido se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para la de Vallecas, quién este año tiene bastantes dudas.
“No sé si estoy segura con este vestido o no. Cómo es el vestido está claro desde enero, pero ahora no sé si cambiarlo, si hacer otra opción… Pero es que tampoco quiero que haya otra opción, porque sabéis que son como mis hijos. No quiero que la gente piense que soy superficial y que lo único que quiero es salir guapa esa noche. No consiste en eso. Consiste en entretener, en que la gente se olvide en ese momento de todo lo malo que está pasando”. ¿Cómo será su vestido? Lo veremos en unas horas…