El historial de gazapos, meteduras de pata y comentarios desafortunados de Mariló Montero es numeroso. La presentadora, que trabaja actualmente en el canal autonómico andaluz, Canal Sur no es ajena a la animadversión que genera en gran parte de la audiencia e incluso de los compañeros con los que trabaja. Sus desavenencias actuales con el resto de la plantilla de Canal Sur no son una novedad, pues ha ido dejando una serie de «enemigos» en sus anteriores aventuras profesionales, en la mayoría de ocasiones, por considerar que con la navarra se produce un trato de favor flagrante. Lo cierto es que, por menos de lo que ha dicho Mariló, cualquier otro profesional habría estado de patitas en la calle. Repasamos algunos de sus escándalos más sonados:
Lapsus o ignorancia

Mariló Montero presentó y dirigió el magacín matinal de TVE Las mañanas de la 1 durante siete años por lo que no es extraño que muchas de sus polémicas o comentarios desafortunados hayan sido vertidos en el marco de este programa. Durante un debate con sus colaboradores sobre la muerte de Asunta Basterra, Montero leía una carta de la familia cuando se cumplía un año de la muerte de la pequeña. La presentadora dijo que «la misiva está firmada por un tal Q.D.E.P» sin ser consciente de que esas letras son las siglas con las que se suele manifestar el pésame («que en paz descanse»). Parece que más que un despiste se trataba de pura ignorancia, pues su compañero Fernando Ónega tuvo que aclararle en directo el significado de las siglas.
El alma de los asesinos

Otra de las grandes polémicas que sacudió Las mañanas de la 1 fue cuando Mariló Montero terminó el tiempo dedicado a un asesino en serie con una reflexión personal en la que se preocupaba si deberían aceptarse o no los órganos de un asesino para ser trasplantados. La ex mujer de Carlos Herrera se cuestionaba en voz alta si ese alma del asesino sería idónea para otra persona, y por lo tanto si era buena idea, utilizar sus órganos para casos médicos. Las redes sociales ardieron ese día.
Problemas con sus compañeros

Mariló Montero hizo un paréntesis en su vida profesional del 2016 al 2018, al menos, dejó de estar tan expuesta en programas nacionales de primer nivel. Lo hizo entre otras cosas cansada de las críticas de las redes sociales, pero también porque no sentía el apoyo de sus compañeros ni de sus superiores. Lo cierto es que ella tampoco ha sido muy generosa que digamos. Todos recordaremos, una entrevista que le hizo a su compañera de cadena, Anne Igartiburu en la que le hacía preguntas del tipo «¿Consideras que estás oxidada?» «Lo digo por si has perdido fluidez en los directos…»
Miserable machista de mierda

Como decimos, Mariló Montero no duda en cargar contra quien se le ponga por delante. A principios del 2020, apareció un artículo en La Otra Crónica de El Mundo que daba por hecho que Mariló ya apenas trabajaba como periodista. La navarra cargó contra el compañero que publicó dicho artículo en su Instagram de una forma muy agresiva «miserable machista de mierda». Además, apuntaba la noticia como fake y decía que Instagram no tiene espacio para todo el trabajo que continúa realizando a diario tanto en prensa escrita, como en radio y televisión. Parece que empieza a hartarse de las críticas a su trabajo.
Conflictos en Canal Sur

Como decimos, a Mariló Montero le persigue la polémica. Además de los escándalos que hemos comentado en su etapa de TVE, en la actualidad, ya en Canal Sur la periodista tampoco acaba de granjearse el favor del público, ni tampoco el de sus compañeros. Su paso por Noticias 2 no parece ser que vaya a marcar un punto de inflexión en su carrera sino todo lo contrario. La navarra es frecuentemente atacada por su falta de rigor periodístico y por intentar manipular la información, además de continuar con sus lapsus o disparates, cifras incorrectas y explicaciones alocadas. Son especialmente virales sus comentarios sobre gráficos o datos estadísticos en los que siempre mete la pata. Confunde restricciones con retenciones y casos de Covid con contagios. Increíble pero cierto, pero… ahí sigue, en antena.