Las espinacas son un alimento muy saludable, y con este ingrediente se pueden elaborar multitud de recetas para todas las épocas del año. Una de las recetas más versátiles es la de las espinacas a la crema con un punto de horno, un plato suave que contiene todo el sabor natural de la verdura y que resulta ideal para el entretiempo. Es sencillo de elaborar y resulta muy saludable para toda la familia. Hoy te vamos a mostrar el paso a paso de esta sencilla receta para que tú también puedas degustarla en casa ¡te encantará!
Los ingredientes
La receta de las espinacas a la crema es bien sencilla de elaborar y todos sus ingredientes se encuentran fácilmente en cualquier supermercado. Resulta perfecta para hacer una comida o cena ligera, también como primer plato si se quiere hacer un menú contundente. Lo más importante para un buen resultado va a ser la materia prima y también la destreza a la hora de hacer una buena bechamel.
Para esta receta vas a necesitar 400 g de espinacas frescas, 50 g de harina de trigo, 50 ml de aceite de oliva virgen extra, 400 ml de leche, sal y pimienta negra recién molida al gusto, 1/2 cucharadita de nuez moscada y un poco de queso si se quiere gratinar en el horno.
Elaboración de las espinacas
Las espinacas frescas no se deben cocinar demasiado para aprovechar mejor todas sus propiedades. Una de las opciones es cocerlas 7-8 minutos, aunque en la sartén suelen estar más ricas. Con la cocción quedan menos tiernas y más acuosas, pero esto dependerá del gusto personal.
En una sartén grande, se vierte el aceite y se calienta a fuego medio. Se echan las espinacas frescas y se rehogan, mezclando bien las verduras con el aceite. La cantidad debe ser generosa, ya que se consumen y disminuyen su volumen con rapidez. Es importante ir removiendo uniformemente, para que todas queden cocinadas por igual.
Se empieza con la bechamel
Una vez en este punto, se empieza a preparar una salsa bechamel sobre ellas, con una textura de crema que resulte más suelta que espesa. Para ello, se tamiza la harina y se espolvorea sobre la verdura, al mismo tiempo que se va mezclando con una cuchara de madera.
En esta elaboración la misión principal es que se forme el conocido roux, como cuando se prepara la típica bechamel. En tan solo 2 minutos tendrá un tono dorado y estará listo. Se vierte entonces la leche poco a poco, removiendo sin parar, para que se vaya creando la textura de crema deseada.
Últimos pasos para la bechamel
Para continuar la receta de las espinacas a la crema se añade sal, pimienta negra y nuez moscada, todo al gusto de cada persona. Esto potenciará los sabores y mejorará el resultado final del plato, así que es conveniente buscar el equilibrio con los ingredientes.
Se sigue cocinando hasta que se consigue una bechamel homogénea, sin grumos y ligeramente espesa, con aspecto de crema. A continuación, se aparta del fuego y se vacía la crema con espinacas sobre unos platos o cuencos individuales. Se deja reposar un par de minutos y, si no se quiere añadir el punto de horno con el queso gratinado, ya se puede servir caliente en la mesa.
El toque de horno
Hasta aquí has elaborado el proceso para la receta de espinacas a la crema tradicional. Si deseas darle un toque más sabroso, la otra opción será con queso y gratinadas al horno. Para esta opción lo mejor será echar toda la crema con espinacas en una sola fuente y rallar queso Parmesano directamente sobre la crema.
Después, precalentar el horno a 180º C durante 5 minutos. Introducir la bandeja con las espinacas en la parte de arriba con la función grill o gratinadora durante otros 5 minutos, es el tiempo justo para que el queso se funda y adquiera un tono dorado y crujiente. Se retira del horno y se sirve tal cual en la mesa.
Una receta saludable
La espinaca es una verdura con unas propiedades nutricionales muy beneficiosas. Es rica en vitaminas, fibras y minerales, también aporta proteínas, su cantidad de grasa es muy pequeña y es un excelente antioxidante. Las variedades más comunes son las de hoja rizada y las de hoja lisa, estas últimas son las que se emplean para congelar y enlatar pero ambas resultan igual de beneficiosas indistintamente.
Las espinacas a la crema son, por tanto, un plato saludable generalmente. La bechamel y el queso pueden subir un poco el contenido graso del plato, pero siempre será más positivo que los alimentos precocinados u otras elaboraciones. También puede ser una buena forma de conseguir que los niños coman verduras.