El torero Gonzalo Caballero sufrió una grave cornada durante su faena del pasado 12 de octubre en la madrileña plaza de toros de Las Ventas. Desde entonces, permanece ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital San Francisco de Asís. A continuación, se desglosan los detalles del último informe sobre su estado de salud.
Victoria Federica de Marichalar se rompía por dentro tras observar desde la grada cómo el joven con el que últimamente se le ha estado relacionando sentimentalmente, Gonzalo Caballero, sufría una terrible cogida mientras toreaba. El astado embistió al diestro y le provocó graves heridas en su pierna izquierda, de treinta y veinticinco centímetros, seccionando su vena femoral y sus “ramas colaterales”, según recogía el primer informe médico que se elaboró en la misma enfermería de la plaza de toros de Las Ventas.
El pronóstico de Caballero era “muy grave” y, desde aquel fatídico 12 de octubre, permanece ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital San Francisco de Asís, completamente sedado y conectado a una máquina que respira por él. “Todo hubiera sido muy distinto si, en vez de en Las Ventas, esto sucede en un gache. De haber sido así, estaríamos hablando con toda probabilidad de un desenlace fatídico”, apuntaba a Vanitatis alguien muy cercano a Gonzalo, agradeciendo que la plaza contara con las instalaciones necesarias para tratar cuanto antes al diestro.
El último parte médico
Pese a la gravedad de las lesiones y de la complicación de la intervención a la que fue sometido, todo apunta a que Gonzalo evoluciona favorablemente, según recoge el informe que se ha hecho público desde el hospital. “Continúa ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos en situación estable. Se encuentra consciente, respirando espontáneamente, iniciando alimentación, sin fiebre y con buena evolución de heridas quirúrgicas. Permanecerá en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital San Francisco de Asís en los próximos días para vigilancia y hasta consolidación de la mejoría”, reza el comunicado.
Victoria Federica puede empezar a respirar tranquila después del tremendo susto inicial. El pasado fin de semana se la pudo ver por las calles Madrid en compañía de sus amigos, intentando recomponerse tras el duro varapalo que ahora enfrenta. Poco tardó la hija de la infanta Elena en abandonar el local y regresar a su coche con el rostro más serio de lo habitual, posiblemente emprendiendo camino hacia el hospital en el que su novio descansa hasta que se recupere completamente.