Pippa Middleton ultima su boda con James Matthews ante el disgusto de su indómita madre

No lo pudo evitar.  O no quiso hacerlo. Carol Middleton, madre de la Duquesa de Cambridge fue el centro de todas las miradas. Incluso a nivel internacional. Su belleza no pasó desapercibida el día en que ayudaba a su hija a salir del coche nupcial para dirigirse a la Abadía de Westminster. Todos los medios coincidieron en alabar la silueta y elegancia de la matriarca. Consciente de la oportunidad única que le brindaba ese momento, Carol, una mujer con excelente vista para los negocios, tomó nota de los pasos seguidos para repetirlos con su hija Pippa, a quien siempre quiso casar bien. Y así será.

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Pippa repetirá blanco impoluto. Pero esta vez no lo hará para acompañar a su hermana hasta el altar, sino como novia radiante. Será este próximo mes de mayo cuando contraerá matrimonio con su pareja, el financiero James Matthews. Aunque la intención de los contrayentes es organizar una boda íntima, lo cierto es que se prevé que el seguimiento sea excepcional. El interés es mayúsculo. Tanto, que algunos medios advierten que el enlace matrimonial de Pippa y James puede ser el gran acontecimiento social del año. Por el momento, la hermana de la Duquesa está afrontando este momento con felicidad evidente. Está entusiasmada. Junto a su madre, quien le asesora también en esto, busca que todo salga a la perfección. Ningún error puede tener lugar. Por eso ya han encargado, incluso, los tarjetones de boda. Lo han hecho en Mayfair, una imprenta que cuenta con el prestigio londinense.

Enamorados frente al poco tiempo

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A pesar de que la suya es una relación nobel, James y Pippa comparten casa. Este hecho evidencia que el noviazgo está asentado. Así pues, no es extraño que hayan decidido formalizar su amor. Su premura contrasta con la pasmosa tranquilidad que tuvo su hermana, a quien llegaron a apodar como la paciente Kate, ante las dudas interminables de Guillermo. Pero, como en todo cuento, tampoco en este todos parecen sonreír.

Aunque Carol Middleton ha casado muy bien a sus dos hijas, los tabloides insisten en que ella quería otro futuro para su benjamina. Deseaba que enamorara al Príncipe Enrique. Una cuadratura del círculo en la ambición de la madre, madrísima. Pero no ha podido ser. El Príncipe díscolo fijó sus ojos en Meghan Markle, una actriz canadiense de dudosa reputación y de quien esta revista publicó sus fotos más ardientes. Ya se han tomado las medidas adecuadas para protegerla del acoso mediático e impedir un final como el de Lady Di.