La relación de Pol y Adara ha hecho correr ríos de tinta en la casa de Guadalix de la Sierra. Una historia de amor y dependencia que ha revuelto los medios de comunicación, las redes sociales e, incluso, a las familias de uno y otro bando. Más dura y certera fue la madre de Pol que, en diversas intervenciones televisivas, aseguró estar en contra de un idilio cargado de celos y reproches. Sin embargo, tras la salida de Adara del concurso, las cosas parecen haber cambiado. Al menos es lo que se deduce tras su intervención en El Debate: «Yo quiero recalcar que la opinión que siempre he dado fue como concursante. No soy licenciada en medicina pero tiene un nivel de celos importante. Como madre no me hubiera gustado para un hijo mío».
Sus palabras, aparentemente contaminadas por la intermediación de su hijo, fueron escuchadas por la protagonista que, desde el plató, hacía gestos de incredulidad: «Si se ha sentido molesta lo siento mucho, si mi hijo es feliz con ella estaré encantada de que venga en casa. Nunca he hecho campaña contra ella». Tras la confesión y las disculpas, llegó el turno de la joven que tendió un puente a la esperanza: «Me gustaría decirte que me dolieron mucho tus palabras pero que si dices que lo siento, borrón y cuenta nueva».