Pasan los años y doña Letizia sigue sin gustar a amigos y familiares de don Felipe. La reina no ha conseguido encajar en el entorno privado de su marido y eso ha hecho que su matrimonio se vea afectado. Sea como fuere, la cuestión es que suenan con fuerza los tambores de crisis en la relación. La liebre saltó el pasado mes de agosto y ha cogido fuerza tras la última escapada del rey. Te lo contamos todo a continuación. Sigue leyendo.
La pandilla del príncipe
> Felipe quiso que Letizia se integrara en su pandilla cuando eran novios. El príncipe era muy de amigos y creyó que sería bueno que su chica conociera a su entorno más íntimo. Pronto descubrió que la idea no había sido buena. La entonces periodista no soportaba a los amigos de su chico y lo manifestaba abiertamente. La cuchipandi del príncipe empezó a resquebrajarse. El hecho de que Letizia mostrara su rechazo hacia sus integrantes hizo que don Felipe tuviera que elegir.
Doña Letizia siempre se ha mostrado contraria a la gente denominada “pija”. No comulga con esas personas nacidas en hogares pudientes, lo que se conoce como ricos de cuna. Y para demostrarlo, no mostraba la menor atención cuando los amigos de don Felipe hablaban. Miraba el teléfono o al horizonte. En otras ocasiones, pegaba unos cortes que dejaban al personal sin capacidad de reacción. Ante esto, la pandilla se fue disolviendo. Cada vez más sus integrantes ponían excusas para no coincidir con la reina.
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La distancia se impone entre Felipe y Letizia
> El pasado fin de semana, don Felipe y doña Letizia lo pasaron por separado, según publica Vanitatis. El rey se desplazó a Córdoba para disfrutar de una jornada relajada junto a sus amigos. Por su parte, doña Letizia hizo planes con sus amigas y fueron al cine, explican en Informalia. Sorprendió que la reina llevara gafas de ver. Hasta ahora se desconocían sus problemas de visión.
La distancia se está convirtiendo en la tónica entre los reyes. En agosto se tuvo la primera muestra de que la pareja no estaba en su mejor momento. Don Felipe fue cazado cenando junto a unos amigos cuando su mujer y sus hijas ya habían abandonado Mallorca. El rey aprovechó para pasar unas horas con sus padres. Cuando está con la reina, imposible, pues ella no se queda ni a las sobremesas familiares. Alega cualquier excusa para marcharse.
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Los amigos del rey hablan de Letizia
> Los antiguos amigos de don Felipe han manifestado en alguna ocasión que está muy cambiado. Ya no es aquella persona afable que sacaba un minuto de debajo de las piedras para atenderles. Consideran que doña Letizia ha conseguido apartarlo de ellos y no confían en que se produzca el reencuentro. La cuestión es que mucho ha cambiado el entorno del rey.
Los mayores damnificados por el huracán Letizia son los familiares más directos del rey. La reina no soporta a don Juan Carlos, doña Sofía y las infantas Elena y Cristina. Este verano, el rey emérito se dejó caer por Palma cuando su nuera ya se había ido. Don Juan Carlos quiso devolver la visita a doña Sofía que ella le hizo a Sanxenxo y estuvo un par de días en Marivent. Allí coincidió con su hijo y aprovecharon para hablar.
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El rey corta la cabeza a su hermana
> La persona que más sufre por la división familiar es la infanta Elena. Es puro sentimiento. Tan solo hay que ver lo feliz y emocionada que estaba con la reunión de sus padres en Sanxenxo. Elena fue criada para formar parte de la institución monárquica. Sin embargo, su hermano le cortó la cabeza. Jamás ha existido la menor sombra de duda acerca de que la infanta utilizara su título para lucrarse. Sin embargo, se la quitó de en medio.
Afirman quienes bien conocen el paño que doña Letizia presionó a su marido para que cortara las alas a su hermana. La reina no soporta a su cuñada y la quiere bien lejos. De hecho, solo coinciden en actos institucionales de obligado cumplimiento. La infanta está muy apegada a su padre. Fue ella quien le aconsejó que no soportara más humillaciones y que retirara de la vida pública.
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