Doña Letizia vive un momento difícil. Suenan con fuerzas los rumores de que su matrimonio con don Felipe está en crisis. Hecho que ha sido reforzado por la aparición de su ex cuñado. Jaime del Burgo se ha descolgado con unas impactantes declaraciones. Y por si lo anterior no fuera suficiente, la reina ha recibido un durísimo ataque por parte de un viejo conocido que la ha dejado tocada y hundida. Te lo contamos todo a continuación.
Las amigas de la Reina
> Es de sobras conocido que doña Letizia no quiere que amigos y familiares hablen de ella en público. Quien ha osado romper esta norma, ha sido fulminado. Es el caso de Laura Ponte. La ex mujer de Beltrán Gómez-Acebo, primo del rey, solía responder a preguntas sobre Letizia. Aunque la ponía por las nubes, a la protagonista no le gustó. ¿El resultado? La modelo fue fulminada del entorno de los reyes.
Con motivo de la emisión de un documental sobre la reina en la televisión alemana, una de las mejores amigas de la reina, Sagrario Ruiz de Apodaca, expresó sobre el rifirrafe con doña Sofía en Palma: “Se olvidó de dónde estaba y de quién era. Se equivocó, pero considero que la reacción fue desmesurada. Es una escena que no fue afortunada, pero es verdad que luego el linchamiento al que se sometió a Letizia en los medios de comunicación, la cantidad de tinta en los periódicos hablando de esto, en las noticias… Creo que fue excesivo».
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Durísimas y sangrantes críticas a Letizia
> Poco se esperaba doña Letizia que un viejo compañero de trabajo se lanzara en tromba contra ella. Se trata de Daniel Serrano, con quien trabajó durante su paso por CNN+. Pues bien, el periodista ha publicado una novela, Cal viva, donde aparece la reina. La crítica está muy presente en algunos pasajes. De hecho, se pinta de ella un retrato demoledor: “Mientras la vida de nuestra generación sigue por determinados derroteros, ella permanece al margen, en un universo extraño, ajena a la crisis, la precariedad, las convulsiones de la política…”.
A doña Letizia la acompaña la estela de ser consumidora de libros con solera. Sin embargo, David Rocasolano desmintió que tal cosa fuera cierta: “La prensa lacaya dice que mi prima es lectora voraz. Mentira, jamás lee más que los periódicos y algún best seller tipo Grisham”. David fue una de las personas más cercanas a la reina en sus primeros tiempos en Zarzuela. Sin embargo, le fulminaron del entorno real cuando saltaron unas graves acusaciones. La reina decidió librarse de su primo sin querer escuchar su versión de los hechos.
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Malos tiempos para los Reyes
> Fue en agosto cuando saltaron las alarmas acerca de una crisis entre Felipe y Letizia. El hecho de que el rey decidiera quedarse unos días solo en la isla disparó la alerta. No ayudó a rebajar la tensión que don Felipe hiciera todo lo posible por evitar la foto cuando fue cazado cenando con amigos. Los guardaespaldas reales impidieron los flashes mientras el rey contemplaba impertérrito y, según algunos, hasta complacido el rifirrafe entre miembros de su equipo de seguridad y el periodista dispuesto a captar la escena.
Mientras tanto, doña Letizia se encontraba en algún punto con sus hijas ajena a la polémica. Ha trascendido que don Felipe disfrutó de unos días en Marivent junto a sus padres. Don Juan Carlos se dejó caer por la isla cuando su nuera ya se había marchado. No se soportan y tan solo coinciden cuando la obligación oficial lo impone. Lo mismo ocurre con la infanta Elena. La familia real está completamente rota. A doña Sofía le toca hacer el paripé dejándose ver junto a Letizia y sus nietas. La relación con Leonor y Sofía es muy escasa dado que la reina pone muchas trabas. Un asunto del que doña Sofía se lamenta en privado.
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Letizia responde a la pregunta del millón
> Jaime del Burgo tuvo parte activa en la vida de Letizia. Se conocieron cuando ella trabajaba en Televisión Española y la amistad llegó a convertirse en un vínculo muy estrecho. De hecho, Jaime tuvo especial relevancia en momentos muy importantes de la vida de la reina. A él recurrió durante su noviazgo con don Felipe para que la aconsejara sobre ciertos aspectos complicados que la unión matrimonial acarrearía.
La relación entre Jaime y Letizia se rompió de forma abrupta. Ella decidió prescindir de su amigo cuando estalló la primera crisis importante en su matrimonio. De ser indispensable, del Burgo se convirtió en prescindible. Eso hizo que visitara a un periodista para explicarle el drama que atravesaba. No se resignaba a perder a Letizia y quería hacer públicos los mensajes que daban prueba de lo que entre ellos existió. No llegaron a publicarse, y mejor así porque la reina no salía muy bien parada. Tras la intentona, Jaime del Burgo fue desactivado y desapareció del universo de Felipe y Letizia.
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La reina mueve ficha
> Todo indica que no es casualidad la reaparición de Jaime del Burgo en escena. Ocurrió vía Jaime Peñafiel, con quien contactó para arrojar luz sobre las capitulaciones matrimoniales que firmaron los reyes antes de casarse. Un asunto espinoso porque doña Letizia rubricó, entre otras cosas, que renunciaba a la custodia de sus futuros hijos. El hecho de que del Burgo se haya prestado a echar luz sobre uno de los puntos más delicados que entrañaría la separación de don Felipe y doña Letizia no pinta bien. Es más, se interpreta como una jugada de la reina para confirmar la crisis matrimonial. Un mensaje a navegantes en el que doña Letizia deja claro que luchará con todas las armas a su alcance para que no le arrebaten a Leonor y Sofía. La cosa se complica porque Jaime del Burgo ha apuntado directamente a don Juan Carlos como responsable en caso de que la reina pierda la custodia de sus hijas.
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