La relación entre Tamara Falcó y el marqués de Griñón no pasa por buenos momentos. Padre e hija están distanciados desde que el noble se enamorara como un quinceañero de Esther Doña, la mujer con quien comparte su vida y con la que se ha inscrito en el registro de parejas de hecho.
Lo cierto es que la llegada de Esther a la vida de Carlos Falcó no ha sido plato de gusto para Tamara. Se trata de una relación sentimental que ha despertado las reservas de la hija favorita de Isabel Preysler. Teme que su padre se haya equivocado al elegir compañera de viaje cegado por la fuerza de sus sentimientos. Le cuesta creer que una mujer de 38 años se haya enamorado de un hombre de 80. Sin embargo, ambos se muestran felices y se prodigan palabras y gestos de cariño en público.
Que las cosas no están bien entre Tamara y su padre quedó claro cuando ella no asistió para apoyarle a él en la presentación de su nuevo libro, La buena vida. Aunque la excusa oficial es que la celebrity no está para fiestas desde que le diagnosticaran un problema de salud, todo indica que no quiere dejarse ver en público compartiendo con Esther Doña.
El enfado de Tamara Falcó podría aumentar si se confirman los deseos de la pareja de contraer matrimonio el próximo año. De momento, han atajado los rumores con su unión como pareja de hecho. Sin embargo, el anhelo del marqués de Griñón es celebrar boda. Se trataría de algo íntimo. Tan solo los familiares y amigos más íntimos. De producirse, a su hija le da un síncope.
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