El asunto de Miguel y su prótesis capilar (el peluquín, vamos) ha sido uno de los temas más comentados y debatidos de esta última edición de Gran Hermano. Aunque ha ido desvelando el supuesto secreto con cuentagotas a sus compañeros, y en cada una de estas confesiones el discurso estaba fundamentado con un profundísimo speech basado en la importancia de quererse a uno mismo sin mirar el físico y sus obsesiones por la perfección estética, el gallego ya hace menos de una semana se presentó ante el mundo tal y como era. «¡Soy libre!» gritaba mientras quemaba su pelo falso y después esparcía las cenizas por los jardines de la casa más famosa de España.
Ahora, a escasas semanas de la final y ante un Miguel que duda constantemente si quedarse o marcharse definitivamente del concurso, salen a la luz unas imágenes que demuestran lo que su compañero Alain le reprochó hace poco «tienes entradas, pero tú no eres calvo».
Ojo a las fotografías porque no tienen desperdicio: