Ya ha pasado más de un año desde que el marido de doña Cristina de Borbón cumple pena de prisión en la Cárcel de Brieva por su implicación en el Caso Nóos. Se trata de uno de los escándalos más escabrosos en los que Casa Real se ha visto implicada. Letizia y don Juan Carlos tuvieron que actuar rápidamente y no se lo pensaron dos veces a la hora de desvincular a la infanta y a Iñaki Urdangarín de la Corona. El ex jugador de balonmano no ha perdonado que su familia política le diera de lado en su peor momento, y ya ha preparado su venganza contra ellos. Que se preparen, va a poner Zarzuela patas arriba.
El cordón sanitario
> Desde que empezaron a sonar las alarmas de que Iñaki Urdangarín podría estar implicado en un tremendo caso de corrupción, Casa Real se puso manos a la obra para protegerse y que el escándalo no salpicara a la Corona. Especial interés tenían doña Letizia y don Juan Carlos. La primera, porque nunca se llevó bien con su cuñado. De hecho, según publicó el periodista Albert Castillón en Palabra de Princesa, el ex jugador de balonmano se burlaba de la consorte en los correos electrónicos que demostraron su implicación en la trama. Incluso se llegó a rumorear que fue Ortiz la que filtró a la prensa algunos datos de las actividades sospechosas que el marido de la infanta Cristina desarrollaba en el Instituto que puso nombre a este proceso.
En cuanto a don Juan Carlos, su relación con el marido de su hija era más o menos cordial, aunque el emérito empezó a poner tierra de por medio cuando lo avisaron de que Urdangarín podría comprometerlo seriamente. Según el empresario, comunicó a su majestad algunos de sus movimientos en el Instituto Nóos, dejando caer que el Borbón podría conocer lo que se traía entre manos. Así, desde Zaruzela establecieron un cordón sanitario para guardarse las espaldas y desvincularse todo lo posible ya no solo de Iñaki, sino también de doña Cristina. El que fuera deportista de élite se vio abandonado por su familia política, que no movió ni uno de sus poderosos dedos para protegerlo. Él aún no los ha perdonado y ya está planeando su venganza.
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La venganza de Iñaki Urdangarín
> Su plan para poner Zarzuela patas arriba ya ha empezado a coger forma. El juez del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 1 de Castilla y León ha estimado la petición de Urdangarín de salir dos días a la semana de la Cárcel de Brieva para llevar a cabo un programa de atención especializada. Según recoge el auto del magistrado, el marido de doña Cristina de Borbón prestará servicios voluntarios en una institución religiosa, relacionados con “el ámbito de la discapacidad”. Al parecer, se pretende con este permiso que Iñaki se desprenda del egoísmo que suele subyacer en los delitos de tipo económico y que tenga “una toma de contacto con la vida real, con los problemas de los demás”.
Pero los objetivos de Urdangarín son bien distintos. En Casa Real estaban muy tranquilos mientras que el ex jugador de balonmano cumplía su pena en la Cárcel de Brieva. Ahora que su salida es inminente, Zarzuela se ha puesto patas arriba y a estas alturas ya estarán elaborando un plan para no tener que verlo ni en pintura. El cordón sanitario no tiene pinta de desaparecer y todo apunta a que Iñaki seguirá apartado de la vida de palacio. Mientras, todas las miradas apuntan a doña Cristina de Borbón. ¿Se la podrá ver junto a su marido durante los días que dure su permiso? Sigue leyendo para conocer todos los detalles sobre el futuro de la infanta.
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El futuro de Urdangarín y doña Cristina
> Todo apunta a que la infanta moverá todos los hilos que tiene a su disposición para poder citarse con su marido sin que la prensa sea testigo del encuentro. Así lo ha estado haciendo hasta este momento. La opinión pública es conocedora de que la hija pequeña de don Juan Carlos se ha dejado caer numerosas veces en la Cárcel de Brieva para reunirse con Urdangarín, pero nunca se han podido recoger documentos gráficos del momento. Ahora que podrán estar dos días juntos, todo el mundo se pregunta dónde pasarán la noche. Doña Cristina se hospeda en Zarzuela cada vez que viene de viaje, pero las puertas de palacio están selladas a cal y canto para su pareja.
¿Se buscarán un hotel? Seguramente se trate de una opción muy poco elegante para un miembro de la realeza. No nos imaginamos a la infanta pasando la noche con su marido en un parador como si de una amante se tratara. Alquilar un piso para pasar esos dos días a la semana no parece una idea tan descabellada. Sin embargo, está por ver si doña Cristina se ve con ganas de viajar de Ginebra a Madrid una vez a la semana. ¿Vendrían sus hijos con ella? La situación se presenta complicada, aunque el escenario que se avecina en diciembre parece todavía peor.
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El inminente regreso a España de la infanta
> Si bien este permiso penitenciario nos ha pillado de sorpresa, lo cierto es que en los últimos meses se ha estado hablando de un posible segundo grado 100.2 que se le podría conceder a Iñaki antes de 2020. Según recoge Pilar Eyre en su columna de Lecturas, sería como un “tercer grado light” por el que el marido de la infanta podría pasar toda la semana fuera de prisión, teniendo que regresar solo a dormir. ¿Qué hará doña Cristina entonces? Tanto ella como sus hijos han hecho vida en Ginebra. Si bien es cierto que gran parte de su trabajo se puede realizar por Internet, los chicos estudian y tienen amigos en Suiza, por lo que otra mudanza no sería plato de buen gusto para ellos. Aún así, se trata de la opción más probable.
Doña Cristina y su marido podrían alquilar un piso en Ávila para que Iñaki regresara por la noche a la Cárcel de Brieva. Urdangarín también podría solicitar el traslado a una prisión madrileña para poder hacer vida en la capital, como habían hecho hasta entonces. Pilar Eyre también plantea, incluso, que el ex jugador de balonmano se hospede en casa de su madre. Lo cierto es que todas las propuestas son viables y el hermetismo propio de Casa Real no permite, todavía, hacerse una idea aproximada de lo que va a ocurrir. Hagan sus apuestas, saldremos de dudas dentro de muy poco.