Tamara Falcó, indignada y muy furiosa contra una periodista por publicar esto sobre su madre

Siempre son noticia. Y si no lo son, se ponen a leer lo que se escribe sobre ellas y manifestando desacuerdo y discrepancia se vuelven a poner en la picota. La saga Iglesias-Preysler-Falcó-Boyer son nuestras esenciales. Las de casa, las de siempre. Tras un par de semanas siendo trending topic a nivel prensa escrita y audiovisual por su aumento de peso, su nuevo credo basado en «amar las curvas de la mujer» (qué remedio) y sus palabras en el photocall de los Prix Marie Claire y ¡Hola!, bajo cheque de sumario, Tamara Falcó Preysler ha decidido cabrearse.

En estas mismas semanas donde se sucedían toda esta serie de catastróficas desdichas, la hija del Marqués de Griñón cumplía 35 flamantes años y subía una foto a su Instagram celebrando su feliz día junto a su abuela y el personal del servicio de casa de mamá. Desde La Otra Crónica de El Mundo, la periodista Marina Pina, acogiéndose a una serie de datos objetivos, realizaba un análisis de lo que le suponía mensualmente a Isabel Preysler mantener económicamente a todo ese despliegue de staff doméstico.

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«Tal y como establece el convenio laboral de los empleados del hogar, los trabajadores que estén internos reciben un salario mensual de 786,84 euros más dos pagas de 655,20. Prorrateado son 896,04 euros en doce pagas. Ese importe, multiplicado por las seis personas que aparecen en la foto, suponen un gasto fijo mensual de 5.214,24 euros al mes. A ese gasto Preysler debe añadir la cotización a la Seguridad Social de sus empleados. Según la ley, están en el tramo 8 de cotización, lo que serían 179,11 euros por empleado y mes. En total, 6.288,9 euros al mes. Eso es lo que se gasta Isabel Preysler para que mantengan su casa en condiciones», escribía la periodista Marina Pina para LOC.

La respuesta de una encolerizada Tamara, con todas sus abreviaturas y sin ningún tipo de signo de puntuación, no se ha hecho esperar:

Desde aquí nos preguntamos. ¿?