Le gusto o no a su madre, la princesa Leonor tiene un destino claro con el que tarde o temprano deberá de cumplir. El trono de España le pertenecerá algún día, pero Letizia no la está preparando para convertirse en reina. La consorte se ha empeñado tanto en proteger a sus hijas de la exposición mediática que no las está dejando aprender a desenvolverse en una serie de situaciones con las que tendrán que empezar a lidiar enseguida. Tanto Leonor como Sofía están abocadas a hacer el ridículo por culpa de su madre. Sigue leyendo para descubrir las claves de este asunto.
La enfermiza sobreprotección de Letizia
> Ortiz ha pretendido llevar a sus hijas por un camino de algodones. Ha intentado protegerlas demasiado, y este afán por garantizar su bienestar las ha convertido en una especie de niñas burbuja, que apenas saben desenvolverse en el mundo exterior. Letizia ha creado para ellas un universo lleno de facilidades y comodidades que nada tiene que ver con la realidad que más pronto que tarde les tocará asumir. Las hijas de los reyes ya no son unas niñas y dentro de poco tendrán que empezar a cumplir con sus obligaciones como infanta y princesa.
Especialmente Leonor. La primogénita de Felipe VI está destinada a seguir su camino y algún día tendrá que enfrentarse a la enorme responsabilidad de ser la jefa de Estado de España. Aunque su educación académica esté yendo por el buen camino, la enfermiza sobreprotección de Letizia no le permite aprender a manejarse en los actos oficiales a los que acude. La princesa está a punto de cumplir catorce años y todavía está muy verde en cuanto a modales y compostura ante la opinión pública. Por culpa de la consorte, Leonor se ha convertido en el hazmereír del viejo continente.
Siguiente: Leonor hace el ridículo por culpa de su madre
Leonor hace el ridículo por culpa de su madre
> En comparación con otros príncipes europeos de su misma edad, Leonor todavía se mueve con muy poca soltura y se muestra muy tímida ante los medios de comunicación. Numerosos diarios internacionales se han hecho eco de este comportamiento tan extraño en una royal de catorce años. Especial inquina le tienen en Alemania, donde se burlan de que una adolescente siga necesitando el apoyo de sus padres para todo. Llama la atención que la princesa siempre responde de forma muy escueta a las preguntas de la prensa, visiblemente nerviosa. Además, siempre mira a Letizia o Felipe para buscar la aprobación en su respuesta, quienes sonríen y asienten para validarla. Ya no nos vale la excusa de que es una niña.
Letizia ha mimado en exceso a Leonor y no la ha preparado para el mundo real. Dentro de muy poquito, la heredera al trono deberá enfrentarse a todo tipo de preguntas y comentarios que de seguro no le gustarán, y ha de saber responder y mantener la calma como haría una buena princesa. Durante el posado oficial en Marivent, no soltó la mano de su padre ni un solo segundo, igual que la de su abuela durante los paseos por Mallorca. «Leonor es una joven muy tímida y no está cómoda con la exposición a las cámaras», explica Lecturas. Tanto sus padres como ella deberán trabajar con mucho esfuerzo en este asunto, porque a la princesa le espera una vida llena de sobreexposición a las cámaras y los flashes.
Siguiente: La princesa menos preparada
La princesa menos preparada
> Es tan grande la timidez con la que Leonor se comporta ante los medios, que muchos expertos ya han empezado a hablar de ella como la princesa menos preparada de su generación. Nada que ver con su hermana. Aunque a ella le aguarde un destino mucho más discreto, Sofía es más abierta con la prensa y se las apaña de maravilla en los actos oficiales. Mira de frente a los objetivos, sonríe y posa como si fuera toda una estrella de Hollywood. Este comportamiento tan distinto puede deberse a la enorme diferencia que hay ente el carácter de la princesa y la infanta.
Una psicóloga experta publicó el LOC algunas claves de la personalidad de las hermanas. Mientras que Sofía es mucho más simpática y espontánea, Leonor posee un fuerte carácter y se muestra muy tímida cuando todos los ojos apuntan a ella. Al parecer, se trata de algo que ha heredado de la madre, que tampoco es del todo complaciente con los medios de comunicación. Como si se le hubiera olvidado que una vez en su vida ejerció como periodista, Letizia ha despreciado a sus colegas de trabajo de una forma muy descarada. Su último feo hacia la prensa ha sido de vergüenza.
Siguiente: El terrible feo de Letizia hacia la prensa
El terrible feo de Letizia hacia la prensa
> Ocurrió durante el posado en Marivent. Se trató de un gesto tan sutil que solo los allí presentes se percataron de lo sucedido, y no todos. Pero Pilar Eyre ha dado el chivatazo a través de su columna en Lecturas y ha dejado la reputación de la reina a la altura del betún. Al parecer, Letizia niega el saludo a los periodistas de cualquier medio que haya osado hablar mal de ella o de sus hijas, haciendo así una clara distinción muy impropia de un miembro de la realeza.
Cuando no le queda más remedio que saludar a todo el séquito de periodistas para no protagonizar otro de sus clásicos desaires, Letizia utiliza una técnica que aprendió de doña Sofía para no tener que intercambiar ni una sola palabra con los reporteros que no hablen muy bien de ella. «Te da la mano blanda y va hablando a gritos con alguien que está dos lugares detrás de ti sin dirigirte la mirada», explicaba Eyre en su columna. Sin duda, un gesto muy feo con los que un día fueron sus compañeros de profesión y que denota los aires de superioridad que tiene Ortiz desde que consiguió poner un pie en la Zarzuela.
.
