No es ningún secreto que la consorte no traga a gran parte de su familia política. Doña Letizia está harta de sus suegros y cuñadas, y hace todo lo posible por mantenerse alejada de ellos. Pero también quiere hacer lo propio con sus hijas, Leonor y Sofía. La reina ha recurrido a una drástica decisión para poner tierra de por medio entre las niñas, sus abuelos y primos. Sigue leyendo para descubrir cuál ha sido el último desplante de la soberana con Casa Real que puede chafar las vacaciones oficiales.
La más estricta de las reinas
> Parece que a Doña Letizia se le ha olvidado su cuna humilde y se ha ido volviendo muy inflexible y estricta con el paso del tiempo. Sobretodo, en lo que a la educación de sus hijas se refiere. La reina no da ni un solo brazo a torcer y las rutinas que ha establecido en Zarzuela deben seguirse con rigurosidad si no quieren que empiecen a volar los cuchillos. Ortiz controla cada aspecto de la vida de Leonor y Sofía.
Esta autoridad exhaustiva no cesa ni siquiera durante las vacaciones oficiales de la familia real. Ya todo el mundo sabe que Letizia no disfruta en absoluto de sus días ociosos en Palma de Mallorca. Para ella no deja de ser parte de su trabajo como consorte, y por lo visto quiere transmitir esa sensación a sus hijas. Ortiz no deja disfrutar a Leonor y Sofía y les ha prohibido realizar algunas actividades muy intrínsecas en la rutina veraniega de Casa Real. Descubre cuál ha sido el último desplante de la reina para alejar a sus niñas de la monarquía.
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El desplante de Letizia con la familia real
> A la reina le costó mucho asumir que debía priorizar la vida institucional sobre su vida privada. Letizia no entiende que está al servicio de un país y que tiene unas obligaciones que cumplir. Algunas de ellas consisten en meras apariciones públicas o en seguir tradiciones muy arraigadas en la cultura popular de una determinada zona. Es lo que ocurre, por ejemplo, en Palma de Mallorca. Los reyes eméritos son muy aficionados a los deportes de vela, pasión que han transmitido a sus hijos y nietos. La isla entera se volcaba con ellos cuando acudían a navegar, pero Ortiz podría estar a punto de poner fin a esta costumbre.
Durante años, los más jóvenes de la familia real han participado en cursos de vela para aprender y disfrutar del mar. Los hijos de las infantas Elena y Cristina ya lo hicieron en su día, pero Leonor y Sofía no seguirán sus pasos por órdenes directas de la madre. Aunque a Felipe VI le haría mucha ilusión que sus hijas se iniciaran en la navegación, Ortiz no quiere mezclarlas con el resto de participantes. La obsesión de la reina por proteger a sus niñas ha ido demasiado lejos. Se ha atrevido a terminar con una arraigada tradición familiar con tal de no exponerlas a los medios y de no relacionarlas con otros niños por cuyas venas no corre la sangre azul.
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Letizia cruza todos los límites
> En su cruzada particular por llevar a sus hijas por un camino de rosas, Letizia podría estar privándolas de experiencias enriquecedoras para su correcto desarrollo. Según ha podido saber Vanitatis, Ortiz se negó en rotundo a que Leonor y Sofía participaran en los cursos de vela porque «son abiertos, con más niños a los que no se les puede prohibir que hagan fotos o que sean competitivos entre ellos. Hay juegos, entregas de premios, salidas y meriendas que todos comparten», explicaba una fuente cercana a Casa Real. La infanta y la princesa podrían aprender valores necesarios en la vida con este tipo de actividades, pero la reina se ha cerrado en banda.
Los primos de Leonor y Sofía lo pasaron en grande durante la realización de los cursos y nada malo les ocurrió, pero Letizia está obsesionada con proteger la imagen de sus hijas, como bien demostró durante el incidente en la Catedral de Palma. «Los hijos de las infantas Elena y Cristina han disfrutado una barbaridad con esos cursos. Seguramente Leonor y Sofía también, pero la reina considera que esa exposición pública no les beneficia», sentenciaba el informador de Vanitatis. Toda esta polémica no ha hecho otra cosa que agriar todavía más lo que para Ortiz son las peores vacaciones de su vida.
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Las peores vacaciones de Letizia
> Como se ha mencionado anteriormente, Letizia no entiende su estancia en Palma de Mallorca como unas vacaciones. Para ella forma parte de su trabajo como reina, y supone una de las peores épocas del año. Tiene que reunirse con el resto de la familia real y está obligada a exponer a sus hijas a los medios de comunicación. La única luz que brillaba al final del túnel para Ortiz era la posibilidad de disfrutar de unos días de descanso privados junto a su marido y las niñas.
Sin embargo, este año podría tenerlo muy crudo para disfrutar de sus vacaciones particulares. La actual situación de España, incapaz de formar un gobierno, requiere con urgencia la presencia del rey Felipe VI en la capital. De hecho, su majestad podría ausentarse antes de lo previsto de Palma de Mallorca para ponerse a trabajar mano a mano con los principales líderes políticos. A Letizia no le hace nada de gracia quedarse sin su descanso familiar por culpa de esta inestabilidad, por lo que debe enfrentarse al peor verano de su vida.