Letizia Ortiz es una mujer de carácter. Cuando la conocimos por primera vez, ya dejaba entrever que no se dejaría amedrentar por nada ni nadie. Desde el «Déjame hablar» en el anuncio de su compromiso con Felipe hasta el encontronazo con la reina Sofía, la consorte ha dejado claro que no tiene ningún reparo a la hora de saltarse el protocolo y dejar en mal lugar a toda la familia real. Continúa leyendo si quieres saber cuál ha sido su último desaire.
La reina rebelde
> Ya no tiene excusa. Letizia Ortiz llegó a la familia real siendo una plebeya y podía entenderse que por aquel entonces no tuviera conocimientos sobre protocolo. Tras casi 20 años formando parte de la monarquía, ya no tiene cabida que se salte las normas a su antojo. Las conoce perfectamente, por lo que estos desafíos a las reglas solo pueden entenderse como un acto de rebeldía.
Su comportamiento hostil le ha costado alguna que otra bronca por parte de los reyes eméritos o incluso de su marido. Aún así, parece que Letizia siente una indiferencia absoluta hacia los valores que representa, pisoteándolos cada vez que algo no ha ido como ella tenía previsto. Le da igual estar en público o en privado, si tiene que hacer un feo, lo hará.
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El desplante de Letizia a Felipe VI en público
> La última de la consorte ha tenido lugar durante un acto en el que los reyes se citaron con diferentes cargos de la fundación UWC. Cuando Felipe VI entró en la sala, Letizia tendría que haberlo seguido unos pocos pasos por detrás. En su lugar, prefirió continuar de charla con un miembro del equipo mientras su marido caminaba solo hasta el centro de la habitación.
No contenta con eso, finalmente se acercó con paso acelerado hacia el monarca, pero se colocó en el lugar equivocado. En vez de posicionarse a la derecha de Felipe VI, lo hizo a su izquierda. Se trata de un error protocolario de principiante que obligó al mismísimo rey a corregirla con la mirada.
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Las terribles consecuencias que provoca Letizia
> Seguramente, la reina Letizia no solo se habrá ganado una buena represalia por parte de su marido, sino que su actitud ha dejado a España entera a la altura del betún. La prensa internacional se ha hecho eco de este bochornoso comportamiento y ha puesto en evidencia a toda la monarquía. Ahora, la casa real lo tendrá difícil para limpiar su imagen ante los medios europeos.
A pesar de la tremenda equivocación, el acto pudo continuar con normalidad y la mayoría de los invitados no se percataron de lo ocurrido. Fue un gesto tan sutil como provocador, haciendo patente una vez más que Letizia no piensa ceder ante unas normas protocolarias que todo el mundo tiene obligación de cumplir.
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Casa real toma medidas contra la reina
> Ante esta situación que se repite una y otra vez, la familia real se ha visto obligada a tomar medidas y dejarle claro a Letizia dónde está su lugar. Desde el célebre «¡Controla a tu mujer!» que espetó Juan Carlos I tras la trifulca en la catedral de Palma de Mallorca, todo apunta a que la relación de la consorte con el resto de la monarquía nunca volvió a ser la misma.
Para empezar, doña Sofía prefirió alejarse de Letizia y poner distancia entre ellas, siendo completamente consciente de que su intención era hundirla desde el primer momento. Lo mismo ha ocurrido con don Juan Carlos I y las infantas. El rey Felipe VI es el único que se ha mantenido junto a su mujer, y solo él sabe si lo hace por amor o por obligación.
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