Aunque todo pareció salir perfecto, lo cierto es que en la boda de Belén Esteban y Miguel Marcos sucedió un hecho muy incómodo. Una brutal discusión de dos de sus amigas que enturbió una noche para el recuerdo y que publicamos en exclusiva.
Todo empezó cuando Belén Esteban y un nutrido grupo de amigas decidió disfrutar de su despedida de soltera en Ibiza. Eligieron el hotel Ushuaia como disparo de salida a la fiesta. Todas estaban pletóricas. La noche transcurría sin mayores incidentes hasta que Sara, una de las invitadas, se fijó en B., un influyente caballero que les abrió las puertas del Oasis. El coqueteo fue extremo. A Sara no parecía importarle que el hombre en el que estaba interesada estuviera felizmente casado, con O., y utilizó todas sus armas de seducción. Se desconoce cómo acabó la noche.
El grupo de amigas regresó a Madrid tras unos días inolvidables. Lo que sucedió en Ibiza parecía haberse quedado allí. Pretendían que fuera una anécdota sin mayor importancia. No lo fue. Sara, la amiga de Belén, y O., la esposa de B., fueron invitadas a la ceremonia. Ambas sabían que las chispas podrían saltar en cualquier momento. Y así sucedió.
Desencuentro en el baño
El enfrentamiento fue mayúsculo. Sara y O. se encontraron, por desgracia, en los baños de la finca. Ambas, insiste la misma fuente, estaban bastante desorientadas. La fiesta había pasado por sus copas y su autocontrol estaba bajo mínimos. Las miradas fueron puñales y los puñales palabras. O. le preguntó a Sara si volvería a intentar tener relaciones sexuales con su marido y el infierno se desplegó allí mismo. Gritos, amenazas e insultos que se proyectaron por parte del salón en el que se encontraban. Enterada de lo sucedido, Belén no dudó en tomar cartas en el asunto.
Muy dolida y agobiada, jamás pensó que sus amigas iban a amargarle una noche tan especial. Siendo consciente de que la situación se estaba convirtiendo en peligrosa y dado el estado nervioso en el que se encontraban, Belén optó por echar a O. del recinto. Dicen que sus formas fueron las menos oportunas y que, desde entonces, la amiga ibicenca de la colaboradora no ha vuelto a tener contacto con Belén. Tampoco estaría interesada, pues la considera arte y parte del desencuentro.