Estaba claro que la boda de Belén Esteban y Miguel Marcos iba a arrojar infinidad de titulares. La mayoría de ellos sobre los looks de los invitados, pero la polémica ha azotado también a varios de ellos. Sobre todo a Kiko Hernández, que fue descubierto por el personal de seguridad de la boda.
Una boda muy polémica
> Todo para proteger la exclusiva de la boda que publicará la revista Hola el próximo miércoles. Ese podría ser, sin ningún género de dudas, el resumen perfecto de la boda de Belén Esteban y Miguel Marcos. A pesar de que la colaboradora negó activamente estar negociando con uno de los días más importantes de su vida, el tiempo ha dado la razón a Cotilleo.es, que dio a conocer en exclusiva las intenciones de la rubia. Además de fiesta, amigos y compañeros también hubo un gran dispositivo de seguridad. El mismo pretendía evitar que algún invitado curioso hiciera fotografías y pudiera venderlas a algún medio de comunicación. Todos los convidados fueron analizados. También se buscaba en los maleteros de los coches. El escándalo llegó cuando le tocó el turno a Kiko Hernández. Acostumbrado a grabar todas las conversaciones, sus prácticas poco ortodoxas provocaron que los seguratas prestaran mayor atención. Y, sí, encontraron lo que buscaban.
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Pillado por su reloj…¿grabador?
> Kiko Hernández se dio de bruces contra la realidad en el momento en que fue asaltado por los miembros de seguridad que protegían la exclusiva de Belén Esteban. Cacheado, preguntado y observado hasta el milímetro, Kiko depositó su teléfono móvil en la bolsa que le daban a todos los invitados. Sin embargo, algo les llamó la atención. Fue el tamaño de su reloj. En él, pensaron los miembros de seguridad, se podía esconder una cámara oculta con la que hacer filmaciones clandestinas. No es la primera vez que el colaborador ha comentado que tiene varios productos de espía para poder obtener información confidencial. El colaborador de Sálvame solo pudo acceder al interior de la finca tras depositar el reloj que se quedó a buen recaudo. Todo este trajín evidenció que la relación de Kiko y Belén no es de amistad. Atención a la reacción de Kiko.
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Kiko Hernández con ganas de irse
> Quienes se encontraban en el interior de la boda aseguran que el comportamiento de Kiko Hernández no era normal. Se mostraba poco hablador, asocial y completamente pasota. Arropado por su gran amiga Belén Rodríguez, se prodigó poco. Se le veía completamente apartado, incómodo, fuera de lugar. No es extraño, porque la casamentera está claro que dudó de él desde el primer instante. De otra manera no se explicaría el ensañamiento del personal de seguridad que buscaron hasta encontrar algún dispositivo con el que pudiera realizar grabaciones o fotografías que pusieran en un aprieto a los allí congregados. Es evidente que alguien tuvo que dar la voz de alarma. Kiko fue uno de los primeros en irse, quién sabe si porque era verdad que pretendía grabar y no pudo. Además, Cotilleo.es ha podido saber que hay alguien muy cercano a Belén que no tiene ninguna simpatía por él. Más bien todo lo contrario.
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Kiko Hernández, puesto en cuarentena
> Es evidente que la personalidad de Kiko Hernández crea mucha controversia. Aunque son muchos los que aseguran que detrás del personaje que proyecta en televisión se esconde un ser humano excepcional, no todos piensan lo mismo. Hay opiniones para todos los gustos, pero la mayoría coinciden en explicar que el colaborador no tiene límites. Así las cosas, Miguel Marcos, el ahora ya marido de Belén Esteban, no ha tenido reparos en comentar con su mujer que hay que tener mucho cuidado con él. Sobre todo porque, insisten, en cualquier momento puedes convertirte en su siguiente víctima. En este sentido, es cierto que cuando Kiko y Belén han tenido desencuentros, el colaborador no ha dudado en atacar con golpes bajos, como con la adicción que tuvo a la cocaína.
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