La boda de Belén Esteban está generando muchos titulares. Hasta aquí, todo normal. El problema viene cuando se conoce que algunos invitados han manifestado sentirse engañados, y hasta traicionados, por la novia. Y es que la colaboradora de Sálvame ha hecho de su capa un sayo y ha cambiado los planes iniciales por otros que han indignado a algunos de los asistentes más ilustres al enlace. ¿Qué ha pasado? Te lo contamos todo a continuación.
Las incoherencias de Belén
> Belén Esteban aprovechó la boda de Kiko Matamoros y Makoke para atizar al colaborador. Aseguró que en su enlace no se prohibirían los móviles, que no habría exclusiva y que sería un fiestón para disfrute de sus invitados. Sin embargo, la rubia ha cambiado de parecer y esto ya le está generando graves problemas. Por más que desde Sálvame afirmen que es libre de hacer lo que quiera, las críticas arrecian con fuerza sobre su colaboradora más emblemática.
Esta semana, Belén se ha ausentado del trabajo para controlar los últimos detalles de su enlace con Miguel. En su mayoría, los referidos a las amplias medidas de seguridad. La novia ha puesto especial énfasis en advertir a los fotógrafos que no intenten nada porque puede salirles muy caro. Sobre todo, si quisieran intentar romper la exclusiva vía dron. Los novios han hecho firmar un contrato de confidencialidad a los trabajadores de la finca donde se celebrará el fiestón.
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El monumental cabreo de los invitados
> El hecho de que Belén Esteban haya dado marcha atrás en su intención de no hacer exclusiva ha caldeado los ánimos entre sus invitados. Nadie esperaba que la rubia cambiara de parecer dado lo vehemente que se mostró en su afirmación de no comerciar con la boda ni requisar móviles cuando Kiko Matamoros y Makoke se casaron.
El cambio de tercio de la Esteban ha ocasionado que algunos de los invitados más mediáticos estén muy molestos. De hecho, ya hay quien ha anunciado que no participará en la exclusiva. Consideran una traición en toda regla que Belén comunique dos días antes del casorio la sorprendente noticia. Además, creen que lo ha hecho con toda la mala intención para dejarles sin margen de maniobra. Una vez la exclusiva en la calle, todos sabrán quien se ha negado a posar en la foto.
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El clasismo de Belén Esteban
> Belén la ha liado, y mucho. Y es que no trata por igual a sus compañeros de Sálvame invitados a la boda. De hecho, ha llamado primero a los pesos pesados y el resto se ha enterado de la buena nueva por los medios de comunicación. Por supuesto, Jorge Javier, Carlota Corredera o Kiko Hernández fueron los primeros en enterarse. Otros, considerados con menos pedigrí por la colaboradora, no han tenido la suerte de recibir la llamada del millón. Es el caso de Lydia Lozano o Rafa Mora, entre otros.
Esta exclusiva, que la Esteban realizará con una revista a la que juró odio eterno, dará que hablar. Belén asegura que todo el protagonismo recaerá en ella pero tampoco es cierto. ¿A quién le interesa un reportaje sin foto de los novios? ¿Y sin imágenes de la ceremonia? Por supuesto serán captados Miguel y Andrea Janeiro. Al fin y al cabo, todo queda en casa. La fama de Belén hace que su novio y su hija disfruten de un buen nivel de vida.
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Bajándole los humos a la Esteban
> Hay mucha expectación. No solo por ver cómo lucirá la novia en uno de los días más importantes de su vida, sino también por saber qué pasará en los días posteriores a la ceremonia. Media profesión (de periodistas) está invitada, mientras que la otra mitad tendrá que conformarse con esperar a los acontecimientos desde sus puestos de trabajo. Pero, a pesar de todo, hay quienes no están muy convencidos de que esta fiesta tenga tanta importancia. Demostrando una libertad y objetividad a prueba de fuego, la periodista Rosa Villacastín no ha dudado en dar su opinión al respecto: «A mí la boda de Belén Esteban no me interesa nada», dijo en directo en ¡Viva la vida! Pero no ha sido la única. Toño Sanchís ha querido apoyar a la maestra del periodismo a través de las redes sociales, donde ha compartido un tuit en el que hacen referencia a la libertad de la periodista. Con el hastag #OleRosaVillacastín, Toño no decepciona y da a Belén donde más le duele.
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