Nacer en según que familias es un seguro de vida. Y sino que se lo digan a los hijos de los famosos que jamás han dado un palo al agua y viven a todo trapo gracias al apellido. Así es la dolce vita de los cachorros de la beautiful people.
A Tamara Falcó ser hija de Isabel Preysler y el marqués de Griñón le reporta muchos beneficios. Lleva un tren de vida muy alto que puede permitirse gracias a los ingresos que obtiene explotando su faceta de celebrity. Aunque cuenta que ha trabajado como diseñadora, organizadora de bodas y otros oficios más, la realidad es que no da palo al agua.
Chábeli Iglesias sabe lo que es estar mano sobre mano. Ella se lo puede permitir gracias a la asignación mensual que recibe de su padre. Y eso que Julio Iglesias no es muy espléndido, pero todo cambia cuando se trata de la niña de sus ojos.
Aunque se nos vendió que Isa Pantoja era trabajadora, inteligente y que quería labrarse un futuro por sus propios medios, la joven ha escogido el dolce far niente como modo de vida. Un día descubrió los réditos del apellido Pantoja y descartó la jornada laboral de 8 horas.
A pesar de que Julián Contreras Jr. cuenta que ha intentado labrarse un porvenir pero que la suerte le ha sido esquiva, la realidad es que todo lo que ha hecho ha estado relacionado con su apellido. Un libro sobre su hermano Francisco, apariciones televisivas recordando a su madre y lío familiares varios que le reportan pingues beneficios.
Carmen Martínez-Bordiú descubrió pronto que sus orígenes eran una excelente fuente de ingresos. Vive de las exclusivas, de sus apariciones en televisión y de las firmas que la contratan para amadrinar actos. Ya en su madurez, Carmencita puede jactarse de que no sabe lo que es trabajar.
Los hijos de Nati Abascal son el claro ejemplo de cómo llegar y triunfar en el mundo de la moda sin apenas experiencia. Y todo gracias a los contactos de su madre, que se ha preocupado de que trabajen poco y cobren mucho. Sin duda, toda una bicoca una progenitora así.
Ser hija de Carolina de Mónaco garantiza relacionarte con lo más granado de la jet set. La única preocupación de Carlota Casiraghi es encontrar el amor y cuidar de su hijo Rafael, y para esto último cuenta con varias personas de servicio. Solo tiene que preocuparse de vivir. Las hay con suerte.
Kiko Rivera está condenado a vivir del apellido Pantoja. Aunque ha tenido ocasión de prepararse, escogió el camino fácil. Sin oficio conocido, lo mismo ejerce de pinchadiscos, de cantante, concursa en realities, protagoniza exclusivas… 100% marca Cantora.
Gloria Camila Ortega Mohedano estrenó mayoría de edad recibiendo la parte de la herencia materna que le correspondía: 1 millón de euros. Aunque la pintan como una chica con la cabeza sobre los hombros, el tema profesional se lo toma con calma. Prefiere disfrutar del ocio en vez de someterse a obligaciones.
Borja Thyssen no sabe lo que es ganarse el pan. Ser hijo del barón le ha resuelto la vida. De ahí que siempre le veamos de yate en yate y tiro porque me toca. La avaricia rompe el saco y Borja se enfrentó a un proceso legal por pasar más tiempo en España que en Andorra, donde tiene fijada su residencia fiscal.