Mucho se ha hablado y escrito sobre Letizia Ortiz. Su destino cambió en aquella cena donde conoció a don Felipe. Se gustaron y decidieron seguir adelante. Una decisión que desagradó profundamente a don Juan Carlos. De eso han pasado quince años y doña Letizia muestra cierto rechazo a la Corona. Cada vez que puede, se quita los tacones y se escapa para disfrutar de la vida normal. Recientemente, ha vuelto a hacerlo. Y no iba sola. ¿Quién la acompañaba? Te lo contamos todo a continuación.
Una reina diferente
> Doña Letizia está en el ojo del huracán por su forma de ejercer. Algunas voces señalan que ejerce de reina consorte como si de un funcionariado de alto grado se tratara. A la esposa de don Felipe le da igual. Hace oídos sordos a las críticas. La cuestión es que Letizia Ortiz no ha entendido que la monarquía es algo que requiere dedicación completa. Así lo entiende doña Sofía, muy consciente de que se puede perder todo en caso de dar un traspiés. Le pasó a su hermano Constantino, que tuvo que abandonar Grecia y se abolió la monarquía.
Si algo llama poderosamente la atención es la falta de información sobre la familia real. Sorprende dado que la reina fue periodista y sabe de la importancia de esta cuestión. Cuando las cosas se ocultan, todo son comentarios y maledicencias que hacen daño. Sin embargo, en este punto, los reyes tienen claro que no van a informar sobre ciertos aspectos de su vida. Letizia no se mueve ni un ápice de lo que considera es un derecho: treinta días de vacaciones al año.
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Letizia se escapa de palacio
> A Letizia le encanta perderse por Madrid. Pasar desapercibida y realizar aquellas actividades de cuando era periodista. Por ejemplo, le encanta ir de compras. Pues bien, hace unos días, la reina y sus hijas fueron de incógnito a la tienda de una firma low cost buscando algún chollo para su vestuario. Parece que lo encontraron, tal como pudieron comprobar quienes hacían cola cerca de la reina y sus hijas. ¿La forma de pago? Tarjeta. Parece que doña Letizia no suele llevar mucho efectivo encima o bien se le fue la mano comprando.
En LOC explican que las royals se comportaron de lo más normal y pasaron muy desapercibidas. Parece que tan solo algunas personas se dieron cuenta de su presencia en la tienda. Eso sí, que nadie piense que iban solas. Las acompañaban tres guardaespaldas de lo más discreto.
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Así educa Letizia a sus hijas
> Si hay algo que molesta a la reina son las personas que han nacido ricas y, por tanto, desconocen lo que cuesta hacerse un lugar en el trabajo. Este fue uno de los puntos que hizo que chocara frontalmente con la pandilla de don Felipe. Les calificaba de pijos, ociosos que se pasaban el día sin hacer nada. El problema es que no se cortaba un pelo y lo comentaba cuando estaban delante. Al final, hubo desbandada general porque se cansaron de los feos e impertinencias de la periodista.
Doña Letizia quiere que Leonor y Sofía conozcan la realidad. De ahí que suela organizar salidas para que vean cómo funciona el mundo real. Lo que las niñas viven es una burbuja. Por tanto, una dosis de realidad no viene mal. En estas escapadas, Letizia, Leonor y Sofía se preparan concienzudamente para disimular su identidad y así evitar a los curiosos de turno que piden fotos. Esto de las fotos es algo que trae a maltraer a la reina. La cuestión ha hecho que protagonizara un par de episodios para olvidar.
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Las quejas de Leonor y Sofía
> El círculo de amistades de Leonor y Sofía está conformado por sus compañeros del colegio al que acuden. Las hijas de los reyes viven en una anormalidad, puesto que no pueden explicar nada de lo que ocurre en casa. Ni tan siquiera hacer referencia a que utilizan tal o cual vajilla. Esto hace que Leonor y Sofía estén exentas de explicar lo que hacen en vacaciones. Algo que es habitual en la vuelta a las aulas en el colegio donde estudian.
Leonor y Sofía no son ajenas a las redes sociales y las comunicaciones vía datos. A ellas les gustaría poder formar parte del grupo de wasap que sus amigas de la escuela tienen. Sin embargo, los reyes les han dicho que eso es imposible. Esto ha hecho que Leonor y Sofía se enfaden. No acaban de comprender que hay de malo en comunicarse vía datos. Sin embargo, en esto sus padres son muy rígidos. No debe quedar rastro de conversación alguna. También están prohibidas las redes sociales.
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