Continúa la guerra entre la infanta Elena y doña Letizia. Ni se hablan, ni se miran. Imposible la reconciliación. Es mucho lo que se reprochan. Lejos de escoger un perfil bajo, la hija mayor de los reyes está decidida a seguir dando guerra. Siempre que pueda, hará sombra a la reina. ¿Qué ha ocurrido? Te lo contamos todo a continuación.
El principio del fin
> La infanta Elena y Letizia Ortiz nunca congeniaron. La suya es una relación plagada de desencuentros. Empezaron bien porque la hija mayor de los reyes eméritos mantenía gran cordialidad con don Felipe. De ahí que apoyara el noviazgo con la periodista. Aseguran que hasta templó los ánimos de su padre para que acabara cediendo ante la decisión de su hijo.
Jaime de Marichalar fue uno de los grandes enemigos de Letizia tras su llegada a Zarzuela. El ex duque no se cortaba un pelo a la hora de criticar el estilo de doña Letizia. Aseguraba que sus looks eran más propios de una starlette que de una princesa. Eso hizo que la reina decidiera tomar distancia de los duques de Lugo. Esto afectó a la relación que la infanta mantenía con su hermano. Sentía adoración por él.
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El manotazo de Elena a Letizia
> Don Felipe ha cedido a cambiar sus planes de opacidad en relación a la infanta Elena. Se ha dado cuenta de que es un error opacarla dado que es muy querida y no existe nada reprochable en su currículum. Por otro lado también han pesado en su decisión las palabras de don Juan Carlos y doña Sofía. Los reyes eméritos siempre han considerado que la decisión de apartar a su hija mayor es una barbaridad.
La infanta ha conseguido darle una bofetada sin mano a Letizia. Será el próximo 11 de junio cuando Elena presidirá el acto de entrega de los Premios del XXVIII Concurso de Pintura Infantil y Juvenil para Centros Escolares 2018-2019. Se trata de un acto que está íntimamente ligado a la hija mayor de los reyes eméritos. Sin embargo, en esta edición, estaba en el aire su asistencia debido al cisma familiar existente en Casa Real.
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Elena, en pie de guerra contra su ex marido
> A la primera hija de don Juan Carlos y doña Sofía parece no hacerle mucha gracia la relación que tiene su exmarido con la prensa en los últimos tiempos. Siempre ha sido un hombre discreto, pero hace solo unas semanas concedía unas declaraciones a la periodista Carmen Duerto en las que hablaba abiertamente de su vástagos. También dedicó un tremendo zasca a la madre de estos. «La infanta quería que Victoria terminase sus estudios en Inglaterra, pero yo me opuse. Con tres años me parecía que ya estaba bien. Era excesivo y yo quería estar con mi hija”, aseguraba el aristócrata.
Unas revelaciones con las que doña Elena puso el grito en el cielo. Y es que, a pesar de su condición social, nunca le ha gustado que se hable de ella. Por supuesto, tampoco de los suyos. Su relación con la prensa ha sido muy difícil desde bien joven. De hecho, a sus 55 años sigue sin aceptar que su apellido la convierte en un reclamo para los flashes. Hace escasas semanas se producía el último altercado de la infanta con los profesionales de la comunicación, a los que calificó de «gentuza» y «coñazo». Una actitud deplorable que la ha puesto en el disparadero.
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Don Juan Carlos se alía con su hija contra Felipe y Letizia
> Aunque hace ya mucho que la infanta Elena es un cero a la izquierda a nivel institucional, habla alto y claro cuando algo en Casa Real no le gusta. Es lo que ha hecho en relación a don Juan Carlos. Estaba harta de ver cómo ninguneaban y humillaban a su padre. De ahí que le diera el empujoncito necesario para alejarse de la vida pública: “Papá, no dejes que te humillen más”. Estas palabras actuaron como revulsivo y don Juan Carlos vio claro que lo mejor para todos sería dar un paso al costado.
Desde que pasara a la jubilación, don Juan Carlos ha desplegado una actividad frenética. Ayer estuvo en los toros junto a su hija mayor y su nieta Victoria Federica. El padre de don Felipe y la infanta Elena tienen claro que no van a esconderse. Muy al contrario, se van a dejar ver más que antes. Saben que a Letizia le encantaría borrarlos del mapa pero ese es un gusto que no van a darle.