Se cumplen quince años desde aquella mañana gris y salpicada por la lluvia en que Letizia Ortiz y don Felipe se daban el Sí, quiero ante una nutrido grupo de espectadores dentro y allende de nuestras fronteras. La boda distó mucho de la pompa y el boato que suelen desprender las uniones de la realeza. Pues bien, doña Letizia quería celebrar este aniversario de una forma especial. Sin embargo, algo se ha torcido y eso ha provocado su enfado. ¿Qué ha ocurrido? Te lo contamos a continuación.
Un día gris y lluvioso
> El 22 de mayo de 2004, Felipe de Borbón y Letizia Ortiz se dieron el sí, quiero en la Catedral de la Almudena. La boda quedó algo deslucida por el gris y la intermitente lluvia. La periodista estaba muy nerviosa y él la recibió en el altar diciéndole que estaba muy guapa. La pareja destilaba complicidad y mucho amor. Para entonces, ya se hacían cábalas sobre cómo encajaría la periodista en la familia real. Tenía una personalidad muy marcada y entraba a formar parte de la realeza en edad adulta. Don Juan Carlos predijo que habría problemas. Doña Sofía, pidió ayuda al santísimo para que todo saliera bien.
La luna de miel de la pareja fue peculiar. La primera parte discurrió en viajes por España en los que estuvieron acompañados por un nutrido grupo de curiosos. Fue el bautizo de fuego de la periodista. Una inmersión, quizás, demasiado a lo bruto. Posteriormente, disfrutarían de la tranquilidad y belleza de islas paradisíacas, como Tahaa, en Polinesia Francesa.
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Un aniversario triste para Letizia
> Doña Letizia quería celebrar este quince aniversario de boda con una escapada romántica. Se trata de una fecha especial y redonda en la que quería hacer algo diferente. Sin embargo, imposible despejar la agenda, tal y como ella deseaba. La cuestión ha hecho que otra vez vuelvan las quejas. Al igual que reivindica vacaciones privadas, cree que ellos, como cualquier otra pareja, tienen derecho a celebrar su aniversario sin verse interrumpidos por obligaciones oficiales. Sin embargo, su gozo en un pozo.
Empieza la legislatura y don Felipe ha recibido a la presidenta del Congreso de los Diputados y al presidente del Senado. Dos reuniones que se han producido por la mañana. Seguramente, la pareja optará por algún plan familiar junto a Leonor y Sofía por la tarde. Sin duda, esta es otra de las ocasiones en que la Corona se le atraganta a doña Letizia.
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Una reina muy controvertida
> Doña Letizia fue recibida como un soplo de aire fresco para la monarquía. Parecía que su llegada sería muy beneficiosa. Sin embargo, pronto empezaron los problemas. Don Juan Carlos no tragaba a su nuera y no disimuló. Desde entonces, la relación entre ambos ha sufrido muchos vaivenes. Cuando los reyes estuvieron al borde de la ruptura, don Juan Carlos le dijo a su hijo: “Divórciate”.
A las desavenencias con su familia política, doña Letizia unió un cierto rechazo por una parte de la sociedad. Desde entonces, lucha con la sombra de doña Sofía. Algo que le molesta por las comparaciones, en las que siempre sale perdiendo. Una de las cosas que más le achacan es su preocupación por la belleza y la moda.
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La obsesión de Letizia
> Doña Letizia está muy volcada en Leonor y Sofía. Desde que nacieron las niñas, su vida gira entorno a ellas. De ahí que cuando tenga que viajar por motivos oficiales, intente regresar el mismo día. Ahora que ya se están haciendo mayores, madre e hijas disfrutan de salidas de chicas. Se las ve muy cómplices y unidas. La persona de confianza para cuidar de las niñas cuando la reina no puede estar presente es su madre. Paloma Rocasolano disfruta de sus nietas varias tardes a la semana.
La presencia de Paloma contrasta con la ausencia de doña Sofía. Un asunto que ha levantado mucha polvareda porque se ha filtrado que la madre de don Felipe acusa no poder tener contacto con sus nietas. Todo esto no hace más que echar leña al fuego de la discordia entre doña Sofía y su nuera.
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