Las aguas bajan revueltas en Zarzuela. El último capítulo de las desavenencias entre miembros de la familia real tiene como protagonistas a don Juan Carlos y doña Letizia. El rey emérito ni olvida ni perdona los desplantes y malos modos de su nuera. En cierta forma, la considera responsable de su caída. Así las cosas, tiene muy claro que no dejará pasar la ocasión de vengarse de ella. ¿Qué ha ocurrido? Te lo contamos todo a continuación.
Así empezaron las desavenencias entre Juan Carlos y Letizia
> Don Juan Carlos puso el grito en el cielo cuando se enteró de que su hijo estaba saliendo con Letizia Ortiz. El hecho de que fueran en serio le hizo temblar. Sabía que don Felipe no aceptaría renunciar a al amor. Ya lo había hecho con Isabel Sartorius, Eva Sannum y quedó muy tocado. Por tanto, el asunto era muy complejo. El rey emérito pensó la estrategia a seguir pero no vio salida.
Se cumplieron los peores presagios del rey. Don Felipe se negó a romper con la periodista. Amagó con renunciar a la corona y dio la espantá. Se refugió en Nueva York con Letizia, que se encontraba allí trabajando. Mientras tanto, en Zarzuela, don Juan Carlos estaba fuera de sí. Al final, no le quedó más remedio que dar su brazo a torcer. Recomendó resignación ante la que se venía encima a amigos y familiares.
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Don Juan Carlos provoca que Letizia estalle
> Desde su abdicación, don Juan Carlos va por libre. Ya ha dejado muy claro que no está para obligaciones, y mucho menos si estas incluyen a Letizia. El cariño es mutuo. La reina tampoco soporta a su suegro. El caso es que desde que es reina consorte, doña Letizia ha regalado feos y desplantes a su suegro. De ahí que él aproveche la menor ocasión para vengarse.
Casualidades de la vida, se ha filtrado que don Juan Carlos gusta de visitar una tasca para nostálgicos del antiguo régimen. En el lugar no hay cabida para aquellos de ideología progresista. De hecho, Pedro Sánchez ha sido insultado desde esa tribuna. Pues bien, ahora se ha publicado una imagen del emérito comiendo en tan peculiar lugar. El dueño asegura que don Juan Carlos es buen amigo del local y que se deja caer por allí con asiduidad. Ciertamente, esto no ha hecho ninguna gracia a Letizia, en las antípodas de esta ideología.
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La distancia del rey con sus padres
> La relación de don Felipe con sus padres no es buena. El rey se ha alejado de don Juan Carlos y doña Sofía para hacer frente común con Letizia. Hay que aclarar que hace ya bastante que don Felipe y su padre no mantienen buena sintonía. Quedó demostrado tras la abdicación. El emérito se negó a acudir al ochenta cumpleaños de su esposa porque considera que tanto ella como su hijo se aliaron para que abdicara.
Lo sorprendente es que don Felipe haya soltado amarras con su madre. Siempre estuvieron muy unidos. Sin embargo, el huracán Letizia lo ha cambiado todo. El rey ha tomado partido en la lucha entre las dos mujeres y se ha posicionado con su esposa. Sin duda, todo un varapalo para doña Sofía, muy tocada por los problemas que envuelven a la familia real.
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La insólita alianza de Juan Carlos y Sofía
> Don Juan Carlos y doña Sofía están hartos de la hostilidad de Letizia. Personas cercanas a ellos han confirmado que se arrepienten de no haber insistido más a don Felipe para que meditara la decisión de casarse con Letizia. Especialmente arrepentida está la reina emérita, que dio el brazo a torcer llevada por el gran cariño que siente por su hijo. Creyó que la periodista asumiría su nueva vida con profesionalidad. Sin embargo, ha visto que para doña Letizia prima lo personal sobre lo institucional.
Lo cierto es que Zarzuela es un hervidero. Don Juan Carlos y doña Sofía se muestran remisos a acatar las indicaciones de don Felipe. Esto ha hecho que la relación entre ellos se resquebraje. El asunto es preocupante porque doña Sofía jamás había cuestionado las decisiones del rey. Sin embargo, ahora, todo es diferente. Los eméritos están cansados de ser peones que Letizia mueve a su antojo. Lejos de reconsiderar su actitud, la reina actúa con poca generosidad y se reafirma en que está haciendo lo correcto.