Llega un momento en la vida, que, a pesar de que a la mayoría le cueste reconocerlo, uno se hace mayor, y con ello aparecen arrugas, flacidez típica de la edad y puede que por mucho que uno se haya cuidado, incluso algún descolgamiento típico de la edad. Lo de la edad es algo que no afecta a todos por igual, mientras algunos disfrutan como cuando eran niños cumpliendo años, otros, sin embargo, huyen incluso de las celebraciones conscientes de que un año más pasará factura a su cuerpo. “Las opciones para reducir los signos propios de la edad y rejuvenecer el rostro son muchas. Sin embargo, si lo que se desea es obtener los mismos resultados que el caso de un lifting tradicional sin la necesidad de intervenciones quirúrgicas, entonces la mejor opción es el Hifu” comentan desde L’ESTHÉTIQUE URBAIN.
Y es que, para quien no lo sepa, el Hifu es una técnica de medicina estética basada en ultrasonidos multifocales intensos que se emplea tanto a nivel facial como a nivel corporal y que tiene como fin la consecución de los siguientes objetivos:
- Hifu facial: ayuda a rejuvenecer el rostro, reduciendo la flacidez y los descolgamientos propios de la edad gracias a que se aumenta la producción de colágeno y la síntesis de elastina.
- Hifu corporal: eliminación de la grasa corporal localizada, es decir, celulitis, michelines, o cualquier otro, además de conseguir un remodelado del cuerpo.
Pero ¿cómo funciona esta técnica capaz de acabar con la grasa acumulada y también proporcionar una piel tersa y más joven? ¿cuál es el secreto?
Los profesionales de L’ESTHÉTIQUE URBAIN responden “la técnica empleada se basa en la aplicación de ultrasonidos en zonas localizadas, los ultrasonidos se transforman en alta energía produciendo un aumento de temperatura con el que se consigue destruir las células grasas de difícil eliminación”.
Pero, algo de malo tiene que tener esta técnica que según los expertos es indolora y se adapta a los ritmos frenéticos de la sociedad actual sin necesidad de ralentizarlos.
“La técnica está especialmente indicada para hombres y mujeres entre 35 y 65 años. Por el contrario, su uso no es posible en el caso de mujeres embarazadas, pacientes con diabetes, epilepsia o problemas cutáneos como acné o herpes”.
Pues sí, todo ventajas, salvo para pequeña minoría de la población.