Rosa Benito brilla con luz propia en el mundo de los famosos. Sin embargo, hay muchas cosas que no sabes de ella y te las contamos. Hacemos un repaso por los hechos más significativos de su existencia.
El destino quiso que Amador Mohedano y Rosa Benito cruzaran sus caminos. Se conocieron y el hermano de Rocío Jurado se enamoró perdidamente de aquella chica. Tanto, que dejó a su novia de entonces. Una chica de Chipiona con la que mantenía una larga relación y con la que tenía previsto casarse. La boda entre Amador y Rosa tuvo que celebrarse muy rápido ya que los enamorados novios dieron rienda suelta a la pasión y se embarazaron.
Durante años, Rosa fue la responsable de peinar a Rocío Jurado. La acompañaba en sus actuaciones y se encargaba de su pelo. Si la ocasión la requería, también la maquillaba. Trabajar con la artista hizo que su rostro se convirtiera en habitual para el gran público.
Quienes conocieron a Rosa Benito, cuando era la sombra de la Jurado, aseguran que ya entonces tenía ganas de protagonismo. Sin embargo, sabedora de que eso no podía ser, se contenía. Pasó mucho tiempo en hospitales debido a la enfermedad de uno de sus hijos.
La enfermedad de Rocío Jurado hizo que Rosa Benito viera que había llegado su momento. Fue entonces cuando fichó por El programa de Ana Rosa y se convirtió en la portavoz de la familia en televisión.
Rosa Benito estaba desesperada porque Ana Rosa Quintana había prescindido de sus servicios. Entonces, Amador Mohedano, que negociaba la entrevista de Chayo en La Noria, viendo el interés que tenían en su hija, propuso que probaran a su mujer en Sálvame. Y encajó.
Ya en Sálvame, Rosa aceptó concursar en Supervivientes. Su paso por el reality gustó a la audiencia, que la coronó como ganadora. Fue ahí cuando se sintió poderosa. Tanto que en la gala final, no dudó en decirle a su marido: “¡Cállate. Es mi momento y quiero vivirlo!”. Amador aceptó y siguió enfurruñado por los celos que la amistad de su mujer con Montalvo le provocaron.
Ese querer mantenerse en televisión a toda costa, porque está enganchada a la pantalla, fue lo que llevo a Rosa a entrar en arenas movedizas. Tanto jugó con los problemas matrimoniales con Amador que acabaron separándose.
La ingestión de pastillas de forma inmoderada fue lo que hizo que Rosa acabara en el hospital, donde le practicaron un lavado de estómago. La colaboradora pasaría un par de semanas en una clínica psiquiátrica intentando superar el mal bache.
La demanda que su hija y su yerno interpusieron contra Telecinco significó el final televisivo de Rosa y Amador. Ella, tras unos meses de ausencia, regresó. Concursó en GHVIP pero no venció ni convenció. Tampoco su regreso a Sálvame cuajó y le dijeron que se fuera para no volver.
El futuro de Rosa fuera del paraguas de Telecinco es incierto. Cantar junto a su hija no le da los ingresos necesarios para hacer frente a las múltiples deudas que ella asegura Amador le dejó cuando se divorciaron. Qué será, será…
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