Rocío Crusset ha conseguido lo impensable. Que la estela de su madre, la siempre polémica Mariló Montero, no afecte a su trayectoria profesional. La maniquí, que triunfa sobre las pasarelas de medio mundo, está dispuesta a seguir con sus sueños. A cumplir metas. A superarse. Por eso pisa con fuerza los escenarios en los que se encuentra. Después de probar suerte en ciudades como Londres o Milán, Crusset está ahora viviendo en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, donde parece realmente feliz.
Hace unos días viajó fugazmente hasta Madrid para participar en el desfile de Women’s Secret donde compartió pasarela con tops como Desiré Cordero o Malena Costa, dos de sus grandes referentes: «Estoy muy feliz allí donde la gente es maravillosa, muy simpática y donde, sin duda, puedo seguir avanzando en mi vida. Volveré para Navidad a España aunque, de momento, no sé cuando retornaré de forma fija al país». Referente al paradero actual de su madre, Rocío confirmó que se encuentra ahora viviendo en Nueva York: «pero no puedo decir nada más porque no soy vidente. Ni sé cuándo volverá o si trabajará en televisión, eso debéis preguntárselo a ella».
Pero si por algo ocupó Rocío las páginas del papel cuché fue por su relación con el hijo de José Manuel Soto. Pero su amor se apagó de forma fugaz, quizás por su juventud, quizás por exceso de pasión: «ahora estoy enamorada de la vida, no quiero nada más. Mi prioridad es mi trabajo».
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