Nunca pudo imaginar Miriam Saavedra que la vida daría tantas vueltas. En poco tiempo ha visto cómo su amor con Carlos Lozano acaba. Además, la que antes era enemiga de ambos, Mónica Hoyos, ahora vuelve a ser una persona importante para el famoso presentador. Ante esta situación, agravada por sus problemas económicos, la peruana ha decidido jugar con maestría sus cartas para que la suerte vuelva a sonreírle.
Un dañino triángulo amoroso
> Cuando Carlos Lozano conoció a Mónica Hoyos, era el hombre de moda. Ella entró a trabajar como azafata de El precio justo, programa que él presentaba. El feeling fue instantáneo y pronto decidieron dar rienda suelta a sus sentimientos. Juntos formaban una atractiva y envidada pareja de esas que todos idolatraban. Guapos, felices y con éxito en el trabajo, tenían todo aquello que la gente desea. Además cumplieron juntos su sueño de ser padres. Sin embargo, en 2007 aquella imagen idílica se fue al traste y comenzó la guerra entre ellos.
La batalla se recrudeció sobremanera cuando entró en escena Miriam Saavedra. Lejos de abogar por la paz, la novia de Lozano echó más leña al fuego y convirtió a Mónica en su gran enemiga. Platós, revistas, programas… Todo valía para hacer daño a la otra persona. Los tres han formado parte de un peligrosísimo triángulo en el que han jugado con fuego sin tener en cuenta que las consecuencias podían ser letales. Sin embargo, las cosas han cambiado de la noche a la mañana. Descubre a continuación en qué consiste este inesperado giro de los acontecimientos.
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Una poderosa e inesperada alianza
> La relación de Carlos Lozano y Mónica Hoyos ha pasado por distintas fases. Un sinfín de altibajos que parecen dispuestos a dejar atrás. En una etapa en la que el entendimiento parecía imposible, vuelven a dejarnos con la boca abierta. Sus caminos se cruzan una vez más para llevar a cabo un proyecto común. Si todo sale según lo previsto, el próximo mes de abril volveremos a verlos compartiendo plano en la pequeña pantalla. Según informaba Yotele, están cerrando todas las negociaciones para participar en la próxima edición de Supervivientes.
Pero lo verdaderamente morboso llega al saber que no van a ser rivales. Van a estar en el mismo barco y no les queda otra que remar en la misma dirección. Mónica y Carlos van a participar como si solo fuesen uno. Acudirán los Cayos Cochinos como unidad indivisible. Llegados a este punto, se ven en la obligación de acercar posturas para lograr el suculento premio de 200.000 euros. Además, tienen ante ellos la posibilidad de mantener esas conversaciones que tienen pendientes. La pretensión de ambos es poder firmar la paz para que su hija, Luna, se sienta orgullosa de ellos desde la distancia.
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El último cartucho de Miriam
> Esta noticia de la participación conjunta de Carlos y Mónica en Supervivientes ha llenado de ira a Miriam. La peruana sabe, además, que desde la productora no van a contar con ella para sumarse a esta aventura puesto que ya ha participado en este extremo reality. Pero la princesa Inca no esta dispuesta a quedarse parada. Sabe que la alianza entre el famoso presentador y su ex puede hacer que ella quede para siempre fuera de juego. Así, ha puesto en marcha su propia estrategia para no quedar en el olvido. En este sentido, Saavedra ha optado por mostrar su mejor cara con la finalidad de que Carlos caiga otra vez rendido ante sus encantos.
En el último vídeo compartido en su canal de Mtmad, Miriam intenta tocar la fibra sensible de Carlos y reconoce que no lo está pasando nada bien tras su ruptura. «Que mi relación se terminó es un hecho que todos sabéis. Se terminó de una manera que jamás me hubiera gustado acabar. Evidentemente mi corazón todavía no ha cicatrizado del todo porque una ruptura nunca es fácil, sobre todo cuando hubo muchísimo amor y mucho empeño en que las cosas salieran adelante. Mutuamente nos hemos hecho daño. Las personas nos equivocamos y lo peor que podemos hacer es tener rencor», aseguraba con una pasmosa tranquilidad que nunca habíamos visto en ella.
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Las puertas abiertas a una reconciliación
> La polémica Miriam explica de primera pausada en qué punto se encuentra ahora. Un relato con el que, obviamente, tiende la mano a Carlos Lozano. A pesar de que no vuelvan a ser pareja, hace hincapié en que se queda con lo bueno. Se ha dado cuenta de que lo que le interesa realmente es tener a su ex en el bando de los amigos y no en el de los enemigos. Por eso incluso hace autobalance de las cosas que ha hecho mal y reconoce ante todos ser una persona excesivamente celosa.
«Toda ruptura pasa por un proceso horrible al principio. Sobre todo cuando la relación acaba fatal. Evidentemente lo primero que piensas es que no quieres volver a ver a la otra persona nunca. Pero eso es porque en tu subconsciente la sigues queriendo. Por el daño dices que no. Perdonar es liberar nuestro espíritu, es tener el alma más despejada. En mi caso, como no soy rencorosa, intento acordarme de las cosas positivas que esa persona me aportó. Hay que decirle Stop a los malos recuerdos», decía la joven.
Una fortuna que corre serio peligro
> Las malas noticias se le acumulan a Miriam Saavedra. La joven no solo atraviesa una etapa convulsa en lo que a sentimientos se refiere. En lo económico tampoco se enfrenta a una situación fácil. Durante una larga temporada sus ingresos se multiplicaban a toda velocidad. Su nombre era un gran reclamo en la televisión, recibía importantes ofertas para hacer bolos… Pero todo eso ha acabado. La fama es efímera y ella ya está degustando la parte más amarga de todo esto. Su culebrón ya no genera interés y sus ahorros se reducen ante la impotencia de no saber cómo volver a inflarlos.
Por si esto fuese poco, ha sido demandada por sus representantes, algo que podría vaciar del todo sus cuentas. «Le reclaman un 30% de lo ganado durante los dos últimos años, algo que incluye lo último de Gran Hermano. Aunque habitualmente es un 20%, en este caso tiene firmado el 30%. Se ha saltado un contrato de representación que tenía firmado con esas condiciones para trabajos en España. Insisten en que tiene la documentación que acredita que Miriam tenía ese contrato con ellos», aseguraba Marisa Martín Blázquez en El programa de Ana Rosa.