El nombre de Eva Sannum ha quedado ligado para la historia al de don Felipe. Ambos mantuvieron una relación sentimental que tuvo que pasar muchas pruebas. La modelo no era la mujer que los reyes deseaban para su hijo. Los amigos del entonces príncipe también pusieron el grito en el cielo por considerarla demasiado liberal. Muchos creyeron que la historia de Felipe y Eva acabó sin ni siquiera formalizarse el noviazgo. Pues no, hubo más, estaba a punto de anunciarse el compromiso matrimonial pero una trágica circunstancia lo impidió. ¿Qué ocurrió? Te lo contamos todo a continuación
Un día clave para Felipe y Eva
> La imagen de Eva Sannum junto a don Felipe y doña Sofía en la boda de Haakon de Noruega se prestó a varias interpretaciones. Se dijo que se trataba de la prueba de fuego de la modelo. Que tenía que estar a la altura para que la reina diera su aprobación. Sin embargo, no era así. Para entonces, doña Sofía ya había bendecido el noviazgo y apoyaba a la pareja. Por alguna extraña razón el mensaje se interpretó mal, quizás todo partiera de don Juan Carlos, contrario a cualquier mujer con pasado.
Felipe y Eva se conocieron en 1997 durante el transcurso de una cena en un restaurante madrileño. Carlos Mundi fue quien los presentó. Por aquellos días, dirigía la agencia Mágica, para la que Eva hacía trabajos esporádicos. Se gustaron tan solo verse. La mecha de la pasión prendió y empezaron una apasionada relación.
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Eva Sannum se reunió con los reyes
> Don Felipe no quería que se repitiera lo sucedido con Isabel Sartorius, que el noviazgo se rompió por injerencias externas. Jugaron en contra de la aristócrata ciertos inconvenientes familiares. El hecho de que Isabel Zorraquín, madre de Isabel, fuera adicta a las drogas era algo inaceptable para los reyes. Especialmente contraria se mostró doña Sofía. Tampoco veía con buenos ojos la situación don Juan Carlos, que sabía que sería muy difícil de contener la vorágine mediática que se produciría en cuanto la prensa empezara a escarbar en el pasado de Sartorius.
El entonces príncipe advirtió a sus padres que estaba profundamente enamorado y que quería casarse con Eva. A tal efecto, la pareja se reunió en un par de ocasiones con los reyes. La idea era que conocieran a Eva y sacaran sus propias conclusiones sin dejarse llevarse por ciertos comentarios que situaban a la modelo al borde de la prostitución.
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La osadía de Eva
> Si algo tiene Eva es que es directa. No le gustan los temas tabú a la hora de hablar. En una de las reuniones que mantuvo con don Juan Carlos y doña Sofía, manifestó que sería bueno que la monarquía se adaptara a los tiempos actuales. Por decirlo más claramente, que se modernizara. Aquello enervó a don Juan Carlos, que no acepta opiniones sobre la sacrosanta institución que ha presidido. Las cosas deben seguir como siempre.
Cuando el 25 de agosto de 2001, Felipe y Eva se encontraron en la boda de Haakon de Noruega y Mette-Marit estaban especialmente contentos. En cuestión de semanas les tocaría a ellos anunciar su compromiso matrimonial. Por fin habían conseguido que don Juan Carlos diera su brazo a torcer. La presencia de la reina en el enlace en Noruega era la señal de que todo había salido bien.
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La trágica circunstancia que acabó con Felipe y Eva
> Mientras en España la gente hablaba sin parar del vestido escogido por Sannum para la boda de Haakon, el príncipe y su chica estaban concentrados en su gran día. Habían luchado contra viento y marea por su amor y habían salido victoriosos. La fecha para anunciar el compromiso era a mediados de septiembre. Faltaban pocos días. Sin embargo, los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos dieron al traste con los planes de la pareja.
Al príncipe le dijeron que debía retrasarse el anuncio porque no era lo más indicado en un momento en que el mundo estaba de luto. Él comprendió y Eva también. Con lo que no contaban ninguno de los dos es con lo que vino después. Don Juan Carlos movió los hilos para que personas de su confianza, a quien el príncipe respetaba, hablaran con su hijo para disuadirle de seguir con Eva. Él no podía hacerlo dado que carecía de autoridad moral en la materia dado como había procedido con doña Sofía. Así las cosas, preparó un batallón de interlocutores compuesto por políticos en activo, padres de la Constitución, periodistas y funcionarios de Zarzuela.
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Lo peor siempre está por llegar
> Lo de Felipe y Eva era puro amor. Gran parte de la decoración de El pabellón del príncipe la escogieron juntos. La noruega sabía lo que esa boda conllevaría y lo aceptó. Don Felipe estaba enamoradísimo y confiaba en la capacidad de su novia para emprender juntos una vida de servicio a la Corona. Sin embargo, tantas fueron las presiones que recibió, que llegó un momento en que no pudo aguantar más. Le plantearon las cosas de una forma que llegó a convencerse de que seguir con la noruega sería una grave equivocación de Estado. Y, por tanto, demostraría un gran egoísmo si seguía adelante con sus planes. Lo que le incapacitaría como futuro rey a ojos de los españoles
Tiempo después aparecería Letizia Ortiz y don Juan Carlos se arrepentiría de haberse opuesto a la noruega. Sobre la periodista comentó a sus amigos: “Es lo peor que ha entrado en la Casa en muchos años”. Para entonces, don Felipe no estaba dispuesto a que una tercera vez el rey marcara su vida sentimental y se plantó. Dejó muy claro que esta vez sí se casaría con quien quisiera y no con quien debiera. Tan seguro estaba que hasta amenazó con renunciar los derechos dinásticos.