Es todo un rompecorazones, aunque su verdadero éxito está en la calle donde Albert Rivera, el líder de Ciudadanos, está demostrando con tesón y esfuerzo ser el más coherente de los políticos españoles.
Es la noticia del año. O tal vez lo sería en caso de que se confirmara. La revista Semana llevaba en portada el supuesto idilio entre Albert Rivera y Malú. Sin embargo, una semana después de destaparse el romance, ninguno de los protagonistas ha querido confirmar o desmentir su vinculación sentimental. Fuentes de total solvencia me aseguran que entre Albert y Malú no hay, de momento, relación sentimental alguna. No descartan que la amistad, el roce y las confesiones actuales puedan derivar en un noviazgo futuro, pero creen poco o nada probable que esta situación se convierta en realidad.
Me insisten en que Albert y Malú eran conscientes de que la información de la revista Semana iba a hacerse pública e hicieron un pacto para no realizar declaraciones al respecto. En este sentido, el político ha confesado ante Carlos Herrera en Cope que no va a perder el tiempo en abordar asuntos de su vida íntima: «Mis esfuerzos están en España. No voy a perder ni un segundo, llevo peleando por los españoles y gobernar este país», ha declarado de forma contundente, al sentirse objeto del deseo de la prensa de corazón.
Consciente del interés mediático
A pesar de su silencio, me ha gustado comprobar que Rivera conoce y respeta el trabajo de quienes componemos este gremio al asegurar que considera razonable que su vida, en este sentido, pueda tener cierto interés para los medios de comunicación. Un ejemplo de elegancia y educación que, en estos tiempos que corren, siempre son de agradecer.